El gol más bello de la historia

'Barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?' La narración televisiva de Víctor Hugo Morales hizo justicia -por su ingenio, emoción y ritmo- al mejor gol del siglo XX, el segundo de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México 86. Un total de 341.460 internautas de 150 países han elegido los diez mejores tantos de los Mundiales y el de Maradona, con 18.062 votos, es el número uno, en una encuesta de la FIFA.

El segundo puesto del podio, con 10.630 votos, lo ocupa el gol de Owen a Argentina en Francia 98: aquél en el que el delantero del Liverpool, tras recibir de Beckham, traza un vertiginoso zigzagueo, se libra de Chamot y Ayala y marca por alto. El tercero, con 9.880, es el de Pelé a Suecia, el anfitrión, en la final de 1958: con 17 años, Pelé para con el pecho el pase de Milton Santos, hace un sombrero a Gustavsson y volea.

Pero volvamos a Maradona. Ahora que está reciente el tanto de Zidane al Leverkusen, tal vez el más plástico de la Copa de Europa, el de Maradona en el estadio Azteca no tiene competencia en las Copas del Mundo. La jugada duró 11 segundos. Nació de un pase de Enrique -quien reclamó después el mérito de su asistencia- y Maradona agarró el balón cerca de la media, de espaldas a la portería. Acudieron a taparlo Reid y Beardsley, desbordados por el giro del argentino, que inició la cabalgada hacia Shilton. Comenzó el festival. Salió a su paso el gigante Butcher, víctima de un golpe de cintura del Pelusa, que enfiló el callejón del ocho. Superó por velocidad a Fenwich, encaró a Shilton y, con tres defensas a sus espaldas, regateó al portero y marcó con la derecha. No le pasó a Valdano, solo, porque recordó una jugada de niño que acabó mal por pasarla.

Maradona, que tenía entonces 25 años y jugaba en el Nápoles, ha colocado una segunda diana entre las diez primeras posiciones. En concreto, la cuarta, con 9.642 votos. La que le marcó a Bélgica en las semifinales de ese Mundial de México: atacó el corazón de la defensa belga, se zafó de tres defensas y, escorado a la izquierda, batió a Pfaff con un folha seca.

El quinto elegido es el del rumano Hagi a Colombia en Estados Unidos 94: desde cerca de la línea de la banda izquierda, lanzó un zurdazo inverosímil que levantó dudas: ¿trataba realmente de disparar a gol o pretendía centrar? Duda resuelta conociendo la querencia del rumano por marcar desde las posiciones más difíciles.

El sexto gol eleva a puestos de honor al delantero de Arabia Saudí Al-Owarian, que le marcó a Bélgica, en 1994, un tanto muy por encima de su prestigio: recogió un pase en su campo, se escabulló de dos belgas, salvó a un tercero por el exterior, a un cuarto por el interior, y levantó la pelota por encima de Preud'homme.

El séptimo es el de Roberto Baggio a Checoslovaquia en Italia 90. En una larga carrera, tras un pase de Giannini, se deshizo de dos defensas y batió a Stejskal. El octavo, en la final de México 70, es un clásico: la esencia del equipo más bello de la historia, el Brasil de Pelé, Gerson, Tostao... Clodoaldo se fue, abrió a Jairzinho, éste pasó a Pele y el rey cedió a Carlos Alberto, que marcó de disparo cruzado. El noveno fue un chutazo de Mat-thäus ante Yugoslavia en Italia 90. Y el décimo, también en ese Mundial, un tiro raso del belga Scifo a Uruguay desde 35 metros.