El Prat recuperará su playa con una fiesta popular el próximo 22 de junio
Una fiesta popular que empezará el sábado 22 de junio y que tendrá su momento culminante el domingo 23 servirá para que la población de El Prat recupere el uso de la playa, vetado durante 25 años por la suciedad que llegaba al mar. El consistorio, con su alcalde, Lluís Tejedor, a la cabeza, está dispuesto a darse una zambullida que no será la primera porque, en realidad, hay gente que ya se ha adelantado y la utiliza en estos días.
La playa de El Prat del Llobregat ha estado durante los últimos años contaminada por buena parte de la porquería doméstica que llegaba al mar a través de colectores y del río.
La entrada en funcionamiento de la depuradora ha permitido una primera limpieza de los residuos más gruesos. La fase de ella que ya está en funcionamiento, aunque no al completo por problemas con el suministro de energía a un generador, elimina cualquier partícula con un tamaño igual o superior a tres milímetros.
La localidad de El Prat tiene un frente litoral de ocho kilómetros. Sólo una parte de él estará totalmente disponible para el baño a partir de este año. Se trata de los tres kilómetros situados más al sur. El resto, aseguró ayer Lluís Tejedor, estará en condiciones óptimas para el baño en el próximo año.
Tejedor ironizó ayer sobre la calidad de las aguas de la población. 'No tenemos aún una bandera azul, aunque estamos dispuestos a ganárnosla. De momento, lo que teníamos era la bandera pirata, negra de suciedad'.
El municipio ha ordenado los accesos a la playa, ha segregado una zona para uso de naturistas y ha negociado el incremento de servicios de autobús, aunque, explicó el alcalde, es pronto para saber si se ha acertado con las previsiones.
De los tres kilómetros hábiles para el baño, un tramo, de casi 1,5 kilómetros de longitud (el tramo situado entre la antigua Cala Gogó y el Club Marítimo), estará equipado con duchas, chiringuitos, bancos, papeleras y zona deportiva y de juegos infantiles.
Tejedor destacó ayer el valor paisajístico de esta playa, que se integrará en el conjunto del parque natural. 'Es una de las pocas playas catalanas en las que el bañista, una vez en el agua, si mira hacia el interior no ve edificios, sino un conglomerado de vegetación, incluida una pineda mediterránea'.
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