La caída del consumo reduce el crecimiento económico al 2%, el más bajo desde 1993

La economía española creció un 2% en el primer trimestre del año respecto del mismo periodo de 2001. Es la cifra más baja desde finales de 1993, cuando se empezó a superar una recesión que duró más de un año. Las familias han moderado su gasto, las empresas mantienen prácticamente estancada su inversión y el resultado es una desaceleración de tres décimas en el crecimiento total de la economía. Mientras el consumo se ha recortado seis décimas y crece sólo un 2,1%, la inversión apenas aumenta un 0,9%. Por cuarto trimestre consecutivo, la inversión en bienes de equipo se contrae y amenaza el empleo.

Los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la economía española pierde impulso por tercer trimestre consecutivo. El crecimiento del 2% es inferior en tres décimas al que se obtuvo a finales del año pasado. Es también el ritmo más bajo en los últimos nueve años y está algo alejado del objetivo del Gobierno para la media de 2002 (2,4%).

No ha habido sorpresas en este resultado. El Banco de España lo estimó días atrás en un 1,9% y la principal diferencia está en la aportación del sector exterior. La institución que dirige Jaime Caruana considera que la recuperación internacional y del comercio mundial aún no están claras y consideró que el sector exterior había restado al crecimiento económico tres décimas.

El INE estima la aportación negativa del sector exterior en una décima, frente a seis en el trimestre anterior. Esta sustancial mejora ha sorprendido a los analistas consultados. El problema es que el Ministerio de Economía aún no ha publicado los datos del comercio exterior del primer trimestre completo. A falta de esta información, la estimación del INE puede ser tan válida como la del Banco de España.

El INE considera que el sector exterior ha mejorado porque las exportaciones caen tres décimas menos que en el trimestre anterior (recorte del 1,6% frente al 1,9%), mientras que las importaciones pasan de no crecer a reducirse un 1,2%. Es el consumo familiar lo que más se ha debilitado, ya que pasó del 2,7% al 2,1% en el primer trimestre, el crecimiento más bajo en cinco años.

Han caído las ventas al por menor, en especial las de coches; ha descendido la confianza de los consumidores; y los pedidos de bienes de consumo registran valores negativos, según recoge el INE en sus comentarios a estas cifras. Como ya se esperaba, el consumo se ha desinflado, una vez pasado el efecto anuncio del euro y la salida de dinero negro a la superficie. La puesta en circulación de la moneda europea en enero, las subidas de precios y de impuestos han dejado a las economías familiares para pocas alegrías en el inicio de 2002.

En la inversión, el deterioro viene de antes, porque es la primera variable en reaccionar ante las crisis del exterior. Desde el primer trimestre de 2001, con un crecimiento del 4,2%, la desaceleración se muestra imparable hasta el 0,9% del mismo periodo de 2002. La inversión en construcción se mantiene alta (4,4%) sobre todo por las obras públicas, aunque también está cada vez menos fuerte. Lo peor está en los bienes de equipo, que registran valores negativos desde el segundo trimestre del pasado año.

El significado es que las empresas invierten cada vez menos en ampliar y renovar su capacidad productiva. Ésta es la principal amenaza actual sobre el empleo, también en constante caída desde el primer trimestre de 2001. El aumento en los tres primeros meses de 2002 ha sido del 1,4%, dos décimas menos que a finales de 2001. Mientras la Encuesta de Población Activa (EPA) dio una destrucción de 65.600 empleos en el primer trimestre del año sobre el último de 2001, la contabilidad nacional (puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo), publicada ayer, da un aumento del empleo del 0,4% o 68.900 puestos.