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Hoy se cumplen siete años del 28 de mayo de 1995, una fecha muy importante, en la que la Comunidad Valenciana dio un vuelco desde el punto de vista electoral, y en la que el Partido Popular asumió por primera vez la responsabilidad de regir los destinos de esta Comunidad. Al recordar esa jornada, mis sentimientos son, sobre todo, de profunda gratitud a todos los ciudadanos de la Comunidad Valenciana que me otorgaron su confianza en aquella ocasión, y a los que se sumaron cuatro años más tarde, el 13 de junio de 1999.

Se abrió entonces una etapa ilusionante, en la que, desde nuestro punto de vista, había que devolver a la sociedad valenciana la autoestima y la confianza en las propias potencialidades. Tuve ocasión, por ejemplo, de manifestarlo ante las Cortes Valencianas en mi juramento como presidente de la Generalitat, el 4 de julio siguiente. Decía entonces que sería una preocupación constante de mi Gobierno que toda la sociedad pudiera confiar en las instituciones valencianas, contribuyendo a generar un clima de ilusión, con el fin de acercar a la Comunidad Valenciana a los puestos de cabeza de las regiones europeas. Pienso que ése ha sido, exactamente, el estilo de nuestra acción de Gobierno durante estos siete años.

Los resultados de siete años de Gobierno de Partido Popular están a la vista. Un crecimiento económico sostenido, sensiblemente superior a la media española y europea, lo que se ha traducido en un significativo avance en nuestra convergencia real. Una drástica reducción del desempleo, que hoy se sitúa cerca de dos puntos por debajo de la media española, cuando en 1995 se encontraba ostensiblemente por encima. Un significativo avance de la calidad de los servicios públicos, que se manifiesta, entre otros muchos parámetros, en el número de centros de salud construidos, el aumento de plazas residenciales para mayores, o el enorme esfuerzo que hemos dedicado a la adecuación y construcción de centros educativos, con el compromiso de culminar la ejecución del Mapa Escolar en el año 2003. Un notable impulso a las infraestructuras de todo tipo necesarias para nuestro desarrollo, entre las que cabe mencionar grandes realizaciones lúdico-culturales como la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, Terra Mítica, Castellón Cultural o el Circuito Ricardo Tormo de Cheste, a las que se seguirán añadiendo otras, como el Museo del Fútbol, recientemente aprobado por la FIFA; o las numerosas infraestructuras de comunicación ejecutadas en este tiempo: la autovía a Madrid, la autovía central y la autovía de La Plana -que se culminarán próximamente-, la autopista Alicante-Cartagena y muchas más que no es posible enumerar en unas breves líneas. Otras reivindicaciones seculares de la Comunidad Valenciana, como el AVE o el Plan Hidrológico Nacional, han sido atendidas y tienen fecha de culminación prevista.

Y, como consecuencia de todas esas realidades, esta Comunidad disfruta hoy de un reconocimiento y una proyección exterior como no tenía desde hacía tiempo. No es casualidad que la Comunidad Valenciana sea escogida, cada vez con mayor frecuencia, como sede de los más importantes encuentros internacionales, como la Conferencia Ministerial Euromediterránea, la Conferencia de Ministros Latinoamericanos de Seguridad Social o el Encuentro Iberoamericano de Ciudades Digitales, por citar sólo alguna de las numerosas reuniones internacionales de las que hemos sido anfitriones en los últimos meses. No es casualidad, tampoco, que sea esta Comunidad la que ha deseado visitar el presidente de México, Vicente Fox, durante su reciente viaje a España, como otros jefes de Estado y de Gobierno lo han hecho anteriormente. Y no es casual nuestra destacada participación en los foros más importantes en los que se debate el futuro de Europa. Es todo ello, por el contrario, expresión del prestigio que hemos alcanzado, como una región llena de vitalidad y dinamismo, que trascienden más allá de nuestras fronteras.

Sin embargo, no es propio del Partido Popular detenerse en la autocomplacencia o frenar su ritmo de acción. Valoramos, con legítimo orgullo, los logros que hemos alcanzado. Pero nos planteamos constantemente nuevas metas, pues nuestro objetivo es situar a la Comunidad Valenciana entre las regiones con mayor prosperidad y bienestar de toda Europa.

Son muchos, pues, los proyectos que tenemos en marcha para la recta final de la legislatura. Un eje fundamental de nuestra acción de Gobierno en este año será desde luego el impulso de las políticas sociales y de apoyo a la familia, que se traducirá, entre otras medidas, en la aprobación de la Ley de Ordenación Sanitaria, la elaboración del Plan Valenciano de la Inmigración, para promover la integración social de quienes vienen de fuera de nuestras fronteras, o la creación de nuevas fórmulas de gestión para facilitar una atención integral a las personas en situación de dependencia. Y nuestra agenda de los próximos meses incluye también iniciativas tan importantes como la Ley de Ordenación del Territorio, que asegurará un desarrollo sostenible para nuestro medio físico, o una amplia reforma de nuestro modelo de función pública para hacerlo más eficiente y más cercano a los ciudadanos, entre muchas otras.

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Tenemos, en suma, la firme voluntad de llegar a las próximas elecciones con todos nuestros compromisos electorales cumplidos. Por ello, que nadie se extrañe de algunas decisiones que hemos comunicado en las últimas semanas, que responden, estrictamente, a los compromisos que contrajimos con los ciudadanos.

Y, en el mes de septiembre, el congreso regional de nuestro partido será la ocasión de diseñar un nuevo horizonte de progreso para la Comunidad Valenciana en la próxima década, que desde el Gobierno tenemos perfilado, y que llevaremos adelante, como hasta ahora, desde la iniciativa política. En estos siete años, hemos resuelto deficiencias históricas que dificultaban nuestro desarrollo. Ahora podemos abrir una segunda etapa, mucho más ambiciosa e ilusionante. Sólo es necesario que sigamos confiando en nosotros mismos y en nuestras enormes posibilidades.

Eduardo Zaplana es presidente de la Generalitat y presidente regional del PP.

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