Menores extranjeros no acompañados
Es esperanzador leer, tal y como se publicó en su diario, que tres instituciones (Defensor del Pueblo, Human Rights Watch y Amnistía Internacional -nótese que dos de ellas son internacionales-) denuncian la vulneración de las leyes de Protección de la Infancia y Adolescencia en lo que respecta a la repatriación de menores extranjeros.
Se trata de los niños y adolescentes marroquíes que entran en España sin la compañía de un adulto que se responsabilice de su cuidado y, por tanto, los sistemas de protección de cada comunidad o ciudad autónoma deben de velar por su bienestar sea cual sea su nacionalidad u origen.
Una de las cuestiones que nos debería preocupar tiene que ver con la siguiente pregunta: ¿qué ocurre en un Estado de derecho como España para que situaciones como éstas que se describen no sean denunciadas nada más que ocurren? ¿Es porque se trata de colectivos que tienen dificultades para reclamar un trato correcto? ¿Niños e inmigrantes? Podríamos hablar de la repatriación, pero también de la pérdida de pasaportes o documentos de los menores, la arbitrariedad en la concesión de permisos de residencia -requisito clave para su 'deseada' integración, sea dicho de paso-, ceses de tutela no justificados, demoras innecesarias para proceder a declarar situaciones de desamparo de estos adolescentes, utilización de un lenguaje
cargado de prejuicios, comportamientos que rayan en el racismo, etcétera.
Ojalá estas denuncias nos animen a todos a reflexionar sobre la calidad de nuestro trabajo y desempeño de nuestras funciones, sobre todo cuando éstas son públicas. Y ojalá que no tengamos que callarnos más, bien por pertenecer a una ONG y recibir subvenciones, bien porque a la institución que debieran vigilar es la mía, bien porque soy uno de estos chicos y tengo miedo a las represalias o bien porque miro más en ojo ajeno (en el comportamiento de estos menores) que en el propio.
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