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El responsable de inmigración de la Generalitat planta a los musulmanes

El secretario de política de inmigración de la Generalitat de Cataluña, Salvador Obiols, plantó ayer a la comunidad senegalesa residente en Cataluña, con la que tenía que encontrarse enmedio del conflicto por la mezquita de Premià de Mar. Los musulmanes creían que Obiols aprovecharía este encuentro con los senegaleses, un 80% de los cuales son seguidores del islam, para disculparse por haber confundido al actual imán de Premià con el que había hace un año y que se negaba a hablar con la alcaldesa por su condición de mujer. Sin distinguir entre los dos imanes, Obiols pidió la expulsión de los inmigrantes con una actitud 'antidemocrática y que no aceptan el ordenamiento jurídico del país'.

El responsable de política de inmigración de la Generalitat no asistió al encuentro con los senegaleses alegando tener 'otros compromisos', sin especificar cuáles eran.

Por si la situación en Premià no estaba suficientemente envenenada, la alcaldesa de la vecina localidad de Badalona, la socialista Maite Arqué, volvió a criticar ayer al imán de Premià afirmando que 'nunca me habría reunido con una persona que no quisiera mirarme por ser mujer y le hubiera declarado 'persona no deseable' para la ciudad. Arqué, que no especificó que dicho imán ya no se encuentra en Premià sino en Holanda, afirmó que 'la inmigración es necesaria, pero aquí existen unas normas y son para cumplirlas'.

Por otra parte, un grupo de ciudadanos de nacionalidad española convocados por varios colectivos de inmigrantes iniciaron ayer un ayuno de 48 horas en dos iglesias de Barcelona y Cornellà de Llobregat para reclamar un nuevo proceso de regularización para los sin papeles.

Los participantes en el ayuno, unos 200, según fuentes de la organización, iniciaron su protesta a las nueve de la noche de ayer. El ayuno se desarrollará en la iglesia de Sant Agustí de Barcelona porque la enfermedad del párroco de Santa Maria del Pi les impidió hacerlo en esta iglesia, donde cientos de inmigrantes se encerraron durante 40 días el año pasado.

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