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Dos informes municipales dudan de que el tanatorio privado de Carabanchel sea legal

Altos funcionarios del Ayuntamiento creen que el complejo incumple el plan urbanístico

La tramitación de la licencia de edificación de un polémico tanatorio privado junto al cementerio de Santa María, en Carabanchel, ha dejado al descubierto fuertes discrepancias entre los técnicos encargados de concederla. Durante estos trámites, un informe del Área de Asuntos Generales y otro de un arquitecto de la unidad de servicios técnicos de la Junta alertaron del riesgo de contravenir el Plan General de Ordenación Urbana si se construye un tanatorio privado en esa parcela. Los vecinos creen, además, que este recinto les restará 8.000 metros cuadrados de área verde.

La Archicofradía Sacramental de Santa María, dueña del cementerio que lleva el mismo nombre en Carabanchel, y el Ayuntamiento suscribieron, en abril de 2000, un convenio de permuta de suelo mediante el cual aquélla recibía el terreno donde se construirá previsiblemente el tanatorio. Este solar es adyacente al cementerio. El Consistorio, a cambio, se quedaba con otras parcelas en el mismo barrio. El nuevo solar de la archicofradía linda, además, con el parque del Alto de San Isidro, muy utilizado por el vecindario de Carabanchel.

La permuta supuso, también, que el Consistorio tuviera que compensar con 456.742 euros a la archicofadría, que jurídicamente depende del arzobispado, por la diferencia de extensión de los terrenos cedidos.

La franja de suelo aledaña al cementerio, según establece el Plan General de Ordenación Urbana, está calificada como 'servicio singular', lo que significa que allí se podría construir un tanatorio o un cementerio; pero con un matiz: la titularidad del terreno debe ser pública. O lo que es lo mismo: no se puede implantar una actividad privada de prestación de servicios funerarios en una parcela calificada de 'servicio singular'.

Con este argumento, y tras analizar la solicitud de licencia por parte de la empresa privada Interfuneraria, la jefa de sección de Asuntos Generales y Recursos de la Junta de Carabanchel emitió un informe en el que señalaba que el destino de la parcela que el Ayuntamiento había permutado a la archicofradía no era otro que servir de ampliación del cementerio de Santa María, y que no era 'posible otro destino diferente, so pena de incumplir gravemente el citado convenio de permuta'. Y concluía: 'La parcela sobre la que se pretende edificar sólo puede utilizarse con finalidad cierta y destino determinado: la ampliación del cementerio, no siendo admisible la instalación de un tanatorio'.

Más reparos

Pero no fue la única que puso reparos al proyecto del tanatorio. El pasado enero, una nota interna de la Junta Municipal de Carabanchel pedía que el expediente para la licencia del tanatorio volviera a la Unidad de Servicios Técnicos, pues un arquitecto técnico de esta área consideraba que con el proyecto en cuestión se estaban 'incumpliendo las normas urbanísticas del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid de 1997'.

El concejal del distrito, Carlos Izquierdo, del PP, replica que en todos los casos de trámite de licencia se pueden presentar reparos de técnicos municipales. Y, en lo que concierne al tanatorio, Izquierdo afirma que, tras conocer los informes, solicitó la opinión de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Este organismo sí cree que se puede levantar el recinto.

Pero, pese a que Urbanismo da vía libre al proyecto, durante la tramitación, varias áreas implicadas siguieron requiriendo la aprobación del arquitecto jefe de la Unidad de Servicios Técnicos de Carabanchel. Éste no firmó. Según fuentes consultadas por este periódico, el funcionario conoció el expediente supuestamente cuando ya se habían completado más de 900 folios. Sin embargo, la ausencia de su firma, según el concejal, 'en nada afectó al expediente'. Izquierdo lo explica así: 'Otro funcionario se responsabilizó y, al final, todos los informes fueron favorables. Por eso fue concedida la licencia'. La jefa de Asuntos Generales fue relevada de su cargo en la Junta Municipal el pasado verano, y el arquitecto jefe, a principios del presente año.

El edil de IU Gerardo del Val cree que la operación es 'rechazable desde el punto de vista político y vecinal', y anuncia que emprenderá 'las acciones necesarias'. Joaquín García Pontes (PSOE) remacha: 'Todo lo que rodea a esta operación incumple el plan de ordenación urbana'.

'Nos preocupa el rechazo vecinal'

Alberto Álvarez, consejero delegado de la empresa Interfuneraria, encargada de edificar y gestionar el futuro tanatorio privado de Carabanchel, asegura que la compañía 'tiene la seguridad jurídica' de que no existe ningún problema. La Archicofradía Sacramental de Santa María, propietaria del suelo, ha firmado 'un acuerdo económico' con la funeraria para levantar el recinto, que previsiblemente tendrá una extensión de 11.754 metros cuadrados y 147 plazas de aparcamiento. 'Nosotros somos sensibles y nos preocupa el rechazo vecinal. Este tipo de lugares genera ciertos conflictos, pero luego los residentes se dan cuenta de que estos servicios les vienen bien', señala Álvarez. El directivo recordó que, en un primer momento, la empresa había solicitado una licencia para construir un tanatorio-crematorio, solicitud que fue rechazada por la Junta de Carabanchel. 'Yo creo que, al no existir un crematorio, no habrá problemas con los vecinos. La mayor parte de la gente quiere tanatorios privados para poder elegir, y nosotros queremos convertirnos en un tanatorio de referencia', afirma Álvarez. Y añade: 'La licencia se dilató bastante. La solicitamos en 2000 y nos la concedieron en abril de este año. Pero al final todos los informes técnicos eran favorables'. La empresa Interfuneraria invertirá más de cuatro millones de euros en el proyecto. La franja donde se prevé construir el tanatorio está considerada por los vecinos como parte del parque del Alto de San Isidro. De hecho, para llevar a cabo su proyecto la Junta Municipal tendrá que trasplantar 1.234 árboles, de los cuales 1.046 son coníferas, y el resto, frondosas y otras especies. Las 11 asociaciones vecinales que rechazan la sala funeraria piden, en vez del tanatorio, más cuidado, iluminación y vigilancia en el parque. El concejal Carlos Izquierdo, del PP, insiste en que no se eliminará zona verde porque esa área 'no aparece como tal en el Plan General de Madrid'. Pero las quejas de los vecinos no se quedan sólo en palabras. En enero de 2000, la asociación vecinal de Carabanchel Bajo-San Isidro presentó un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia, donde piden la nulidad de la operación. Los afectados argumentan que una de las parcelas que se permutaron, y que también se halla a un lado del cementerio, estaba destinada a usos dotacionales y que ahora se verá reducida, pues una parte se le ha concedido a la archicofradía para ampliar el cementerio. En esa área está previsto que se construya una residencia y un polideportivo. Los vecinos reclaman, además, un conservatorio.

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