'El único secreto es la detección precoz del cáncer'

El doctor José María Rivera (A Coruña, 1938) posee una colección de títulos y premios a su trayectoria profesional que le confirman como uno de los investigadores en citología más reconocidos internacionalmente. Posee el prestigioso Premio Goldblatt 2001 de la Academia Internacional de Citología. Sin embargo, le hace especial ilusión el I Premio Clínica Euskalduna 'a su trayectoria vital', creado para conmemorar el décimo aniversario del centro médico bilbaíno y dado a conocer ayer. El jurado reconoce la contribución de Rivera a la formación de la Universidad del País Vasco. Valora su enseñanza a treinta generaciones de alumnos de Medicina y a más de veinte de Estomatología. Y premia su labor en el hospital de Cruces desde la Jefatura del Departamento de Anatomía Patológica, entre otros merecimientos.

Pregunta. Dice que la citología es un arma extraordinaria de diagnóstico, que llega hasta donde llega una aguja.

Respuesta. Tiene enormes posibilidades. Es un sistema bueno, barato y bonito, que ha propiciado el éxito en el diagnóstico del cáncer. Por ejemplo, en el de mama, que es uno de los problemas más graves, ya que afecta a una de cada doce mujeres. En mi familia hay dos personas afectadas y en mi círculo, un montón.

P. ¿Cómo se enfrenta a la imposibilidad de no poder eliminar el mal?

R. Pues, hombre, la clave está en el diagnóstico precoz. Es el único secreto de curación total, y eso depende de una adecuada política sanitaria de los gobiernos. Cuando se diagnostica un tumor en la mama tiene por lo menos unos cuantos milímetros de de diámetro, y ya es suficiente .

P. ¿Cómo vislumbra el futuro?

R. La curación es posible. Hay muchos diagnósticos y bastantes menos muertes. La clave es el diagnóstico inicial. ¿Cómo se hace? Con campañas de educación y con un sistema de detección organizado en donde se cita a las mujeres para una mamografía.

P. La citación es a partir de los 50 años ¿es conveniente rebajar la edad?

R. Sí. El cáncer de mama diagnosticado en mujeres jóvenes tiene una evolución más favorable que el diagnosticado en mayores y eso es una justificación para adelantar la edad. En mi opinión, habría que empezar a los 40.