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Confirmado el positivo de Garzelli

El contraanálisis también detecta probenecid y elimina al ciclista del Giro

Carlos Arribas

Marco Pantani, vestido de rosa, abrió el baile el 5 de junio de 1999; dos años después Dario Frigo siguió sus pasos; ayer, día de la novena etapa del Giro 2002, fue el turno de Stefano Garzelli. En tres de los cuatro últimos Giros, uno de los grandes candidatos al triunfo final debió abandonar por un hecho ligado al dopaje.

El abandono de Garzelli estaba anunciado desde que el sábado, a primera hora de la mañana, su equipo, el Mapei, informara de que había resultado positivo por probenecid (un uricosúrico, esto es, un producto que estimula la eliminación del ácido úrico), una sustancia utilizada para enmascarar el consumo de otros productos prohibidos, especialmente anabolizantes. 'Estoy preparado y con las maletas hechas', dijo ayer Garzelli, antes del comienzo de la etapa, depositando, de hecho, pocas esperanzas en la posibilidad de que el contraanálisis, cuyos resultados se conocieron a las 20.00, fuera negativo. En efecto. Del laboratorio antidopaje de Lausana llegó la noticia esperada: en el frasco B con la muestra de orina de Garzelli tomada tras su victoria en la etapa del lunes 13 habían sido detectados 20 nanogramos de probenecid, una cantidad insignificante, según los expertos, una cantidad que no podría enmascarar nada, según los técnicos del Mapei, pero probenecid al fin y al cabo, una sustancia que no produce el cuerpo humano y cuya presencia en la orina es síntoma de una toma exógena.

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Garzelli dejó el Giro y en las próximas semanas será sancionado por su federación, que es la suiza, ya que está domiciliado en la zona del Ticino y afiliado a la federación helvética. Perderá las dos etapas que ganó, aunque el español Santi Pérez, segundo en Limone Piamonte, no se beneficiará: ambas se quedarán sin ganador. Después, Garzelli, que sigue manteniendo que él no tomó voluntariamente nada prohibido, tendrá tiempo para pensar en el futuro. Cuando se conoció el positivo anunció que si el contraanálisis lo confirmaba abandonaría totalmente el ciclismo. Ayer matizó: 'Ahora no tengo ganas de seguir, pero quizás dentro de unos meses recupere las ganas de bicicleta'.

Anoche, mientras los corredores del Mapei decidían en asamblea si continuaban en carrera, tal como querían directores y técnicos, los responsables del equipo seguían dándole vueltas a la teoría de la conspiración contra el equipo como causa de un dopaje inexplicable. 'Nadie en su sano juicio puede tomar un enmascarador que no se enmascara a sí mismo', decían. 'Los análisis de todos los demás corredores han dado negativo, y también los de los días posteriores de Garzelli, y, confiando en un 99% en la inocencia del corredor, y en nuestros médicos, y sabiendo que no ha tomado nada, hasta llegamos a creer en un milagro y que el contraanálisis fuera negativo'.

Mientras, en el juzgado de Brescia, el juez y el fiscal tomaban declaración a Armando Marzano, el policía napolitano vinculado a la red de venta de productos dopantes a la que pertenecían los ciclistas napolitanos Domenico Romano, detenido el lunes, y Antonio Varriale, ambos encarcelados. Marzano confirmó que había vendido sustancias prohibidas a ambos corredores, con los que había coincidido cuando era ciclista aficionado y se entrenaba por los alrededores de Nápoles.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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