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Reportaje:

La cólera de Fabra

El presidente de la Diputación de Castellón reclama fondos al Consell y arremete contra Medio Ambiente

María Fabra

Carlos Fabra siempre ha defendido que quien paga manda. Y para sustentar su autoridad, la Diputación de Castellón ha establecido convenios anuales con la Generalitat para canalizar las inversiones del Consell en la provincia. Así, con fondos ajenos, Fabra pagaba y, en definitiva, mandaba.

Pero el dinero ya no fluye como antes. Una serie de incovenientes ha paralizado varios proyectos durante los últimos cinco meses. El año pasado, el presupuesto de inversiones de la Generalitat se congeló en junio. Y, por si fuera poco, los socialistas se dedican a hacer números para poner en evidencia la complicada situación de las arcas de la Diputación de Castellón.

Ninguno de los 14 convenios acordados entre la Generalitat y la Diputación de Castellón para ejecutar a lo largo de este año se ha satisfecho. El Consell ha dejado entrever ciertas dificultades presupuestarias para desbloquear proyectos paralizados y Fabra, lejos de mandar, se ha visto obligado a justificar la situación.

Hasta tal punto que Enrique Navarro, portavoz socialista en la Diputación de Castellón, se ha permitido expresar la situación con contundencia: 'Está tapando las vergüenzas de la Generalitat'.

Tal cúmulo de circunstancias ha desatado la cólera del presidente, empeñado en liberarse de una culpa que no está dispuesto a asumir. La descarga se produjo el lunes. Fabra acudió a Todolella para inaugurar una planta de tratamiento de purines de cerdo subvencionada por la Consejería de Medio Ambiente. Fernando Modrego, titular del departamento, no se dignó a acompañar al presidente. El desplante y la evidente oposición del presidente provincial a la protección de 500 hectáreas de terreno en torno al marjal de Nules recientemente dictada por el responsable de Medio Ambiente le convirtieron en objeto de la cólera de Fabra.

El presidente arremetió contra los inconvenientes que Medio Ambiente pone 'a casi todas las obras' que quiere hacer con argumentos técnicos en la mayoría de las ocasiones 'no justificados'.

Fabra expuso con desdén una serie de 'inconvenientes' planteados a varias obras. Aludió a la intervención prevista en el Puerto de Querol, en la frontera con Teruel, y deslizó la esperanza de que los territorios declarados como lugar de interés comunitario 'que tanto abundan en esta zona, no sean un inconveniente'.

La crítica hacia los responsables autonómicos de Medio Ambiente se amplió al ministerio. Fabra apuntó que Jaume Matas 'habría de hacer un esfuerzo en el mantenimiento de los ríos' para evitar que los daños que las lluvias provocan en las carreteras.

El presidente 'espera', dijo, que los técnicos no pongan tantos inconvenientes para mejorar las conexiones con Teruel como 'los que han puesto en la carretera de La Mata al Forcall'. Y explicó con detalle cómo la transformación del camino de La Canà en carretera, que lleva más de 15 días cortado, obliga a los habitantes de Olocau del Rey, Todolella, Forcall, Ortells y Sorita a recorrer 50 kilómetros más para llegar a Castellón.

El proyecto está incluido en un convenio entre la Diputación y la Consejería de Obras Públicas. La Generalitat debía aportar unos tres millones de euros. Pero las previsiones iniciales se han revisado a la baja. A estas alturas, Obras Públicas apenas prevé aportar 180.000 euros. Fabra puso el dedo en la llaga: 'Como no recibimos el dinero de los convenios, hay proyectos que están completamente paralizados'.

El presidente asumió así las advertencias lanzadas la semana pasada por el socialista Enrique Navarro. El portavoz de la oposición alertó sobre la 'situación agónica' de la tesorería de la Generalitat y sobre la repercusión de esas tensiones en la institución provincial.

Navarro recordó que la Generalitat apenas ha firmado la mitad de los 14 convenios 'vivos' previstos para este año. Y añadió que la firma no ha ido acompañada de las cantidades previstas. La Generalitat valenciana había comprometido 60.000 euros para la ejecución de los convenios pero, de momento, no ha aportado cantidad alguna.

La cólera de Fabra es comprensible, pero la oposición no parece dispuesta a darle tregua. Navarro afirmó ayer que el enfrentamiento entre Fabra y Modrego es como 'una cortina de humo' que 'sólo enmascara la falta de gestión e inversiones del PP en la provincial Castellón'. Y el humo no es moneda de curso legal.

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