_
_
_
_
_

Clos asegura que el antiguo Studio 54 no se convertirá en un burdel

El consistorio ha iniciado el expediente de expropiación del local

El alcalde de Barcelona, Joan Clos, afirmó ayer que el Ayuntamiento llevará 'hasta las últimas consecuencias' su decisión de impedir que la sala Scenic Barcelona desarrolle actividades no autorizadas y se convierta en el mayor burdel de la capital catalana y uno de los mayores de Europa. La sala, que durante años ocupó el Studio 54, fue precintada por la Guardia Urbana en la madrugada del pasado sábado.

Paralelamente, el consistorio ha iniciado la tramitación para expropiar el local, decreto firmado la semana pasada.

Antes del precinto, los agentes entregaron a los responsables del establecimiento una orden de cierre que especificaba que en el interior de la instalación 'se realizan actividades no amparadas en la licencia'. De esa forma, el Ayuntamiento pretende evitar que Scenic Barcelona se convierta en el mayor burdel de la ciudad, puesto que, según las denuncias vecinales, los nuevos propietarios quieren albergar en el local a unas 250 prostitutas. Esa versión es negada por los propietarios del establecimiento.

Los funcionarios precintaron el acceso entre la sala Scenic y el edificio del hotel Auto Hogar, una comunicación entre edificios colindantes que hizo saltar las alarmas del vecindario, tanto de los residentes como de los responsables de otras salas de espectáculos de la misma zona.

A mediados del pasado mes de marzo, la polémica ciudadana hizo abortar en parte la apertura de la sala, prevista para ese mes. La apertura iba ligada a la venta del inmueble, propiedad de Josep Maria Callís, al grupo Riviera, que explota negocios vinculados a la prostitución. Entonces, el consistorio dejó claro que precintaría el local si se abría para desarrollar una actividad distinta a la de sala de fiestas y restauración. Un mes y medio después, la sala abrió las puertas con el pasillo de comunicación entre la sala de fiestas y el hotel intacto. A juicio del consistorio, ello es motivo suficiente para precintarlo. Todo lo contrario consideran los asesores de Scenic, quienes entienden que la actuación del Ayuntamiento les ha dejado en una situación de indefensión.

Clos insistió ayer en que el Ayuntamiento 'no aceptará ninguna cosa que se aleje o se aparte de las actividades realmente autorizadas' en Scenic. 'Dada la situación del local y su proximidad a equipamientos [como centros escolares], no se puede ubicar en el edificio según qué tipo de servicios', agregó. El alcalde puntualizó que el expediente administrativo abierto por el consistorio 'sigue su curso'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_