El Canal dispersa una colonia de 100 gatos que vive en su sede central

El gerente del Canal de Isabel II, Arturo Canalda, ha dado la orden para que sacar inmediatamente a los más de cien gatos que viven en las instalaciones de esta entidad pública, en la calle de Santa Engracia, 125. Igualmente, se han retirado todas las casetas que se instalaron para que vivieran estos animales cuando Carlos Mayor Oreja fue el presidente de este organismo. Y es que las protestas de asociaciones de defensa de los animales han llegado al gerente del Canal, incluso a través de centenares de correos electrónicos procedentes de Estados Unidos, Canadá, Francia y Argentina.

De hecho, el próximo miércoles está prevista una concentración frente a las puertas del Canal para pedir que no se disperse la colonia. Arturo Canalda reconoce que, durante la presidencia de Mayor Oreja, 'ciertamente se estuvo a punto de firmar un acuerdo entre el Canal y las protectoras de animales, aunque entonces la colonia de gatos estaba controlada y sana'. 'Ahora, en cambio, se ha convertido en un problema, porque hay gente irresponsable que se deshace de sus animales tirándolos por la valla del Canal y esto ha provocado que haya casi un centenar y muchos de ellos estén enfermos'.

'Evitar riesgos'

Se trata, añadió, de 'evitar riesgos, dado que son instalaciones públicas donde se trata el agua'. Por su parte, la presidenta de Amnistía Animal-Comunidad de Madrid, Matilde Cubillo, replicó que la postura del gerente del Canal es 'radical' y le acusó de 'no haberse prestado al diálogo con ninguna asociación de defensa animal'. 'Tiene una alternativa sobre la mesa, pero es un hombre muy radical que ni siquiera escucha, cuando la solución que él ha tomado no es eficaz, porque nunca acabará con todos los gatos al haber muchos ejemplares y más teniendo en cuenta que la gente los abandona', afirmó.

Hace ya más de un mes que Arturo Canalda dio la orden de que no se diese de comer a estos felinos, pues 'han aparecido cadáveres y no se sabe si se trata de una epidemia o de que alguien los esté envenenando'. Cubillo discrepa y asegura que 'si con Mayor Oreja existía un proyecto para tener sanitariamente controlada a esta población felina, y no se firmó porque la firma coincidió con los cambios que hubo en la Consejería de Medio Ambiente y en el Canal, ahora Canalda debería terminar lo que Mayor Oreja no pudo concluir'.

El gerente insiste en que 'la orden de retirada inmediata de los gatos está ya en el Servicio de Protección Animal de la Comunidad de Madrid'. Según Canalda, 'esta población ha llegado a causar problemas técnicos, al meterse alguno en un transformador de alta tensión'. También se han desmantelado todas las casetas de madera que Mayor Oreja mandó construir para los gatos. Según Arturo Canalda, estas casetas 'se han retirado, pero serán donadas a una asociación de defensa de los animales'.