Un informe médico sitúa en 26 meses la espera media para un tratamiento público de reproducción asistida

El tiempo de espera para acceder a un tratamiento de reproducción asistida es de 26 meses de media, según denuncia un informe realizado por los especialistas de todas las unidades que hay en los hospitales públicos. Los datos del informe son de finales de 2000, aunque el informe señala que la situación no ha variado significativamente.

Los especialistas han remitido el informe al Ministerio de Sanidad. No descartan que si la sociedad desconoce las listas de espera en este sector pueda ser porque la Administración ha preferido no hacer públicos los datos.

En los 21 hospitales públicos que realizan estas técnicas había, en diciembre de 2000, 7.850 mujeres en espera de estos tratamientos. La media de la espera era de 26 meses, aunque variaba mucho de un hospital a otro. Si en el hospital Juan Canalejo de A Coruña no había lista de espera y el tratamiento comenzaba inmediatamente, en el hospital Valle de Hebrón, en Barcelona, los 800 pacientes que había en lista se enfrentaban a una espera de nueve años. En el Doce de Octubre de Madrid había 1.000 mujeres en lista de espera.

Los autores del informe recuerdan que también fueron los médicos quienes tuvieron que alertar sobre las listas de espera en cirugía cardiaca para que la Administración tomara medidas.

La sanidad pública realizó en 2000 el 20% de las fecundaciones in vitro (juntar óvulos con espermatozoides en el laboratorio) y de los tratamientos de microinyección espermática (inyectar un sólo espermatozoide en cada óvulo, algo que se realiza cuando hay pocos espermatozoides).

Los autores señalan que asumir todos los intentos de embarazo le costaría a la Administración más de 51 millones de euros. El informe señala que la donación de óvulos fue testimonial, ya que sólo se realizaron 136 ciclos (intentos), lo que supone el 10,8% de lo que le correspondería según los estándares internacionales. Los científicos destacan que el 27% de los licenciados superiores en los laboratorios eran becarios. Murcia, Navarra, Extremadura, Ceuta y Melilla no tienen centros públicos que realicen estas técnicas.