Las cárceles españolas acogen por primera vez más de 50.000 reclusos
Los recintos canarios exceden la capacidad operativa
Las cárceles españolas acogían a 50.055 presos -un 77,3% penados y el resto preventivos- a finales de abril, la cifra más alta de toda la historia de la democracia. Sólo en 1994 se registró una cantidad parecida (48.201). El aumento constante de los niveles de delincuencia en España -un 10% el último año y un 6% en los tres primeros meses de 2002- ha causado este incremento en la ocupación de los recintos penitenciarios. De enero a marzo han ingresado 1.850 reclusos, cuatro veces más que en el mismo periodo del año anterior. El Gobierno estableció un plan en 1991 para disminuir la tasa de ocupación en las cárceles con una previsión de aumento anual al ritmo de 300 o 400 nuevos reclusos.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias mantiene que todavía queda 'un colchón' de más de 3.000 plazas libres dentro de las cárceles, aunque admite que en algunas autonomías, como Canarias, los problemas de saturación son graves.
Los centros penitenciarios de Arrecife, que acoge a los presos de Lanzarote y Fuerteventura, y de Las Palmas son los que presentan los índices de ocupación más preocupantes. Ahora se encuentran por encima de su capacidad operativa, lo que significa que más de la mitad de sus celdas están ocupadas por dos internos.
Ángel Yuste, director general de Instituciones Penitenciarias, atribuye los problemas de saturación en las cárceles de Canarias al 'fenómeno de la inmigración'. Numerosos patrones de pateras acusados de tráfico ilegal de personas cumplen prisión preventiva en los recintos penitenciarios canarios.
Hace diez años que se proyectó una nueva prisión para las islas, pero los ayuntamientos canarios, que deben ceder el suelo para la construcción, aún bloquean la iniciativa.
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