La huelga del sector del metal alemán se extiende a Berlín
El sindicato metalúrgico e industrial alemán IG Metall, que mantiene desde la semana pasada una huelga intermitente en el estado de Baden-Wurtemberg (fortín de las compañías automovilísticas alemanas), extendió ayer sus protestas a Berlín y la región circundante de Brandeburgo. Al mismo tiempo, el sindicato ha accedido a retomar las negociaciones con la patronal Gesamtmetall, que se iban a iniciar anoche.
Se trata del primer contacto directo entre ambas partes desde hace semanas. El poderoso sindicato, con 2,8 millones de afiliados, exige una subida salarial cercana al 4% para los 3,6 millones de trabajadores de este sector en Alemania.
La ampliación de las protestas a Berlín y Brandeburgo es más que todo simbólica: lo que se pretende es extender la huelga al centro del poder político del país. Debido a la fuerte desindustrialización de la región, las empresas y los trabajadores afectados, sin embargo, son relativamente pocos: la huelga se extendió a siete compañías, con cerca de 4.500 empleados. En el pujante estado federado de Baden-Wurtemberg, en cambio, se volvió a ver afectada la planta de Mercedes Benz en Sindelfingen y la fábrica de Audi en Neckarsulm, entre otras empresas. Los trabajadores en huelga fueron 50.000.
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