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EL AUMENTO DE LA DELINCUENCIA

Los hurtos crecieron el 19% en el primer trimestre, a un ritmo de cuatro cada hora

Todos los tipos delictivos aumentaron, salvo los robos con fuerza y los de carácter sexual

Jorge A. Rodríguez

El hurto es un robo en el que no media ni fuerza ni violencia ni intimidación para llevarlo a cabo. Bueno, pues en el primer trimestre del año ya han sido denunciados 19.541 hurtos, lo que supone que los enemigos de lo ajeno perpetraron cada hora casi cuatro de estas sustracciones aprovechando la falta de vigilancia sobre un bien de su legítimo propietario. Los hurtos aumentaron durante los tres primeros meses del año un 18,8%, mientras que el resto de las infracciones contra el patrimonio o descencieron (los robos con fuerza) o crecieron moderadamente (los atracos).

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Los hurtos parecen incontenibles. Nada ha crecido tanto en los últimos dos años como estos robos de carteras, teléfonos móviles (una moda en toda Europa), bienes u otros efectos de los que la víctima suele tardar un buen rato en enterarse. En 2001 esta tipología delictiva se incrementó un 19,45% con respecto al año anterior y en el primer trimestre de este año ha rozado esas cotas de subida: un 18,8%.

Descudieros (merodeadores a la caza del despiste del attache u otra cosa), carteristas, tironeros finos (que no lesionan ni amenazan a la víctima al quitarle el bolso), arañas o palquistas (entran en las casas sin romper nada) o picabolsillos o bolsilleros (meten mano en el bolsillo con habilidad) han hecho del hurto un empleo estable, como saben los policías y guardias civiles que patrullan las calles y que conocen a los autores por su nombre y apodo.

'Claro que conocemos a muchos de ellos, y ellos a nosotros, porque los hemos detenido muchas veces, pero al día siguiente o poco después están en las mismas. Y si no están, malo, porque significa que han dado un buen palo', según confiesan agentes de la Policía de Proximidad de Madrid. También aseguran que cogerlos con las manos en la masa es casi imposible: 'A veces agarras al ladrón o lo sorprende la víctima, pero como suelen actuar en grupo, la cartera ya la tiene otro que está sabe Dios dónde'.

Penas muy bajas

Este tipo de delito es cometido especialmente en las ciudades y por una clase de delincuente que sabe que lo máximo que le puede caer son 18 meses de presidio, salvo casos excepcionales agravados, en los que la pena puede llegar a tres años: sustracción de 'cosas de valor artístico', de primera necesidad o destinadas a un servicio público, que dejen en la ruina a la víctima o cuando lo hurtado valga un pastón.

Lo normal, según todas las fuentes consultadas, es que el hurto se quede en una falta (lo robado vale menos de 50.000 pesetas) y que se castigue con arrestos de fin de semana o multa. 'Eso lo saben los delincuentes, como saben que si roban un coche, que evidentemente vale más de 50.000 pesetas, y lo devuelven o es encontrado antes de 48 horas, tampoco van a ir a la cárcel, ni preventiva ni nada, porque los jueces no decretan su ingreso debido a que la posible pena a imponer es pequeña', aseguran miembros del Cuerpo Nacional de Policía.

Los delincuentes multirreincidentes se han especializado en los hurtos, ya que les pueden reportar pingües beneficios diarios con un riesgo relativamente bajo. Y los autores de estos delitos (o faltas) constituyen el grueso de los detenidos cada año y explican en gran medida una frase lanzada el miércoles en el Congreso por el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Mariano Rajoy: 'Sólo ingresa en prisión el 10% de las personas detenidas por la policía y la Guardia Civil, lo que produce los casos de reincidencia por todos conocidos'.

El gran aumento de los hurtos es el causante de que los delitos y las faltas contra el patrimonio hayan crecido en el primer trimestre del año un 5,5%, ya que sin la incidencia de ese robo menor y sin violencia el crecimiento hubiera sido del 2,7%. Esto es así porque los robos con fuerza han descendido un 3,4%, los cometidos con violencia crecieron un 4%, las sustracciones de vehículos se estancaron (suben un 0,3%) y el resto de delitos relacionados se elevaron un 10%.

El incremento ha afectado también a los delitos contra las personas: en territorio policial ya han sido conocidos 160 en el primer trimestre del año, dos más que el año pasado (pero los mismos que en el mismo periodo de 2000), lo que supone un 1,3% más. Los delitos y faltas contra el patrimonio suponen el 80% de todos los cometidos y su crecimiento es general en Europa: de hecho, en Italia crecieron un 96% en 2001, frente al 26% en Reino Unido o el 19,45% en España.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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