Juicio contra un estudiante en Segovia por matar de 38 cuchilladas a una compañera de la Universidad

Para hoy se ha fijado en la Audiencia Provincial de Segovia la constitución del jurado y la apertura del juicio oral contra Erasmo San Pablo Tejedor, actualmente en prisión acusado de asesinar de 38 puñaladas a Cristina Gala Enjuto, de 19 años, su compañera de clase en segundo de Historia del Arte de la Universidad SEK, porque presumiblemente la víctima no había realizado un trabajo que tenían que hacer en común.

Los hechos sucedieron el 22 de diciembre de 2000, después de que el agresor, que entonces tenía 19 años, hubiera compartido charla y café junto con su víctima y otros compañeros, para luego abandonar el recinto universitario y comenzar a disfrutar de las vacaciones navideñas. Mientras a las 11.15 los niños del colegio de San Ildefonso David Jimeno y Adrián Valverde cantaban el Gordo de la Lotería de Navidad -el 49.740-, que repartió 46.500 millones de pesetas e hizo feliz a una buena parte de la población segoviana, Cristina Gala moría cosida de 38 puñaladas en el cuello, abdomen y cabeza.

A las 11.30 de un día frío y lluvioso, cuando los agraciados comenzaban a descorchar las primeras botellas de cava, un grupo de estudiantes descubrió el cadáver desfigurado de la joven, que se encontraba en la escalera que une unos jardines con el paseo de Santo Domingo de Guzmán, donde está ubicada la Universidad SEK.

El acusado salió detrás de su víctima desde la cafetería, insistiéndole en reiteradas ocasiones para que le dejara unos apuntes, pero su joven compañera de clase le dijo que no le molestara más y posiblemente, harta de la situación, pudo recriminar su falta de atención en las aulas y llamarle 'autista', un antiguo mote que le habían puesto en el instituto, debido a su carácter reservado, aunque era aplicado en los estudios. Eso pudo desencadenar una reacción violenta. El acusado sujetó a su víctima con la mano izquierda y esgrimió una navaja tipo mariposa con la que apuñaló violentamente a la chica, causándole la muerte en al acto.

Los nueve integrantes del jurado deberán determinar si hubo asesinato, al mediar alevosía y ensañamiento, por lo que San Pablo puede enfrentarse a una pena de entre 20 y 25 años de cárcel, con indemnizaciones a la familia de 96.161,94 a 300.506,05 euros, según la petición de penas del fiscal y de la acusación particular. Sin embargo, la prueba psiquiátrica será determinante para saber si Erasmo San Pablo actuó en plenas facultades mentales o sufrió una enajenación mental.