Ciudadanos israelíes detienen a un palestino tras un atentado
Siete personas resultaron heridas en la mañana de ayer en Beersheva, la capital del Negev, al sur de Israel, por la explosión de un artefacto colocado en el centro de la ciudad, cerca de una sucursal bancaria. Éste es el tercer atentado palestino que se produce en Israel en las últimas 48 horas. Los anteriores tuvieron lugar en Rishon el Zion, con 16 muertos, y otro más, frustrado, en el cruce de Megido, cerca de Afula, donde resultó herido el terrorista.
El atentado provocó la indignación de un grupo de ciudadanos, que salió en persecución de uno de los autores de la explosión, al que intentaron linchar, pero que finalmente fue rescatado por la policía e ingresado en un hospital para ser atendido de heridas leves. Poco después, la policía detuvo a un segundo miembro del comando, al parecer un árabe-israelí.
Mientras, en la frontera de Israel con la franja de Gaza continuaban ayer los preparativos militares para una eventual represalia al atentado suicida que Hamás llevó a cabo en Rishon el Zion. Los preparativos se realizan en medio de una acalorada polémica suscitada en la cúpula militar de Israel sobre la naturaleza y las consecuencias de la ofensiva sobre Gaza, considerada una de las zonas más densamente pobladas del mundo, con ocho campos de refugiados.
La ofensiva de Gaza
El debate, sin precedentes en la historia del Ejército israelí, llevó al general en la reserva Samia Bentov, ex comandante de Gaza, a condenar en una radio estatal la inminente ofensiva, 'no sólo porque es insensata, sino porque también es imposible no causar un gran número de víctimas en ambos bandos'. Sus críticas las comparten muchos oficiales, según el diario Haaretz, que, sin embargo, recalcaban que estaban dispuestos a acatar las órdenes del mando, 'aunque esto no eliminará los interrogantes acerca de la sensatez de la misma; invadir Gaza es simplemente arriesgar la vida, un peligro de muerte'.
La opinión de estos militares fue contestada de inmediato por el responsable del Estado Mayor, Saúl Mofaz, y por el general Doron Almog, jefe de las tropas de Gaza, que apoyan incondicionalmente el ataque. Por su parte, el ministro de Exteriores, Simón Peres, que, junto con el de Defensa, Benjamín Ben Elizer, y el primer ministro, Ariel Sharon, deben dar la orden de atacar, insistía en que esta ofensiva 'no supondrá una ocupación de la franja de Gaza' e irá directamente a golpear a 'los nidos y a las redes terroristas'.
Por otra parte, el presidente de EE UU, George W. Bush, expresó su esperanza en que la solución al cerco de la Natividad permita a Israel y a los palestinos reanudar el proceso de paz. 'El final del cerco en Belén es un acontecimiento beneficioso que elimina un obstáculo para restaurar la cooperación en materia de seguridad entre las partes', señaló Bush, y añadió que esto 'debería favorecer las perspectivas para reanudar un proceso político hacia la paz', informa Efe.
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