Detenidos cuatro sospechosos del incendio que arrasó la iglesia evangélica de Arganda

La Guardia Civil detuvo durante la noche del miércoles y la madrugada de ayer a cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad, como presuntos autores de los destrozos en el mobiliario urbano y el incendio de la iglesia evangélica rumana Emmanuel, ocurrido el pasado domingo en Arganda. Ayer tarde prestaron declaración ante la juez. Después, el menor y otro de los detenidos fueron puestos en libertad. Pedro Díez Olazábal, alcalde de Arganda, sigue manteniendo que los arrestados conforman un grupo de corte neonazi. Pero, de momento, los investigadores del instituto armado no hallan pruebas.

La madrugada del domingo en Arganda estuvo marcada por el fuego. En un corto espacio de tiempo, un quiosco de helados en la carretera de Loeches, frecuentado por rumanos, y la iglesia evangélica Emmanuel, construida y utilizada por la comunidad rumana local, quedaban destruidos por las llamas. El alcalde de Arganda anunciaba que ambos delitos habían sido cometidos por un grupo de jóvenes 'de ideología neonazi que llevan bastante tiempo intimidando a los más 3.500 rumanos que residen legalmente en Arganda' (municipio de 35.000 habitantes). El alcalde explicaba que desde el final del verano pasado las pintadas racistas y xenófobas contra los inmigrantes se han reproducido según se iban limpiando de las paredes. 'Al inmigrante, palo constante' 'Rumanos, hijos de puta' o 'Ladrones de trabajo', son algunos de los grafitos aparecidos en fachadas de las calles de Arganda.

La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación, bajo la supervisión de la juez de instrucción número 1 de Arganda, que decretó el secreto de sumario. Los agentes del instituto armado han llegado a la conclusión de que el incendio del quiosco y el de la iglesia evangélica no fueron obra de un solo grupo de jóvenes, sino que se trató de dos hechos provocados por dos grupos diferentes, sin conexión entre sí.

Durante la noche del miércoles pasado y la madrugada de ayer, jueves, fueron detenidos Sergio S. R., Fernando C. R., el menor J. C. S. M. e I. V. P. Los tres primeros fueron arrestados por su presunta implicación en la quema del puesto de helados y otros destrozos en el mobiliario urbano. I. V. P. lo fue acusado de participar en la quema de la iglesia evangélica, sita en el Camino del Sepulcro, y del robo del órgano existente en el templo. Tras prestar declaración, la juez dejó libres al menor y a otro de los detenidos.

En la detención de los supuestos autores de los dos incendios ha colaborado la Policía Local de Arganda. Los agentes municipales han mantenido varias reuniones con los del instituto armado, a quienes han proporcionado datos de los miembros de tribus urbanas de corte neonazi que se mueven por la ciudad.

Una de las pistas que ha seguido la Guardia Civil ha sido un tique de compra de pan de molde, cervezas y batidos en la tienda de una gasolinera de la firma BP, radicada en la avenida del Ejército. El tique, hallado cerca de la iglesia incendiada, había sido expedido a las 4.38 del domingo. En la investigación también se han supervisado las grabaciones de las cámaras de seguridad de la gasolinera.

Tres de los cuatro detenidos poseen antecedentes policiales de diversa índole, según fuentes cercanas a la investigación. Éstas aseguran que uno de los detenidos, Sergio S. R. de 23 años, nacido en Mérida (Badajoz) y residente en Arganda, podría formar parte de algún grupo relacionado con los ultrasur (hinchas violentos del Real Madrid).

Otro de los detenidos, Fernando C. R., había sido sancionado por causar destrozos en el mobiliario urbano. Del resto de los detenidos apenas han trascendido más datos, excepto que uno de ellos vive con su familia cerca del cuartel de la Guardia Civil y que otro reside en las inmediaciones del Ayuntamiento. Todos ellos pertenecen a familias de clase media, según fuentes municipales.

'La Policía Local llevaba tiempo siguiendo los pasos de este grupo', declaró el alcalde de Arganda del Rey, el socialista Pedro Díez Olazábal. Fuentes de este cuerpo señalan que han detectado en el municipio otros grupos de Alcalá de Henares y Coslada, supuestamente de corte neonazi, durante los fines de semana.

Asalto a Servicios Sociales

Ninguno de los cuatro detenidos por la quema de la iglesia evangélica y el quiosco de helados está implicado en el asalto al centro de Servicios Sociales, sito en la calle de Virgen del Carmen, ocurrido durante la misma madrugada que los otros dos incidentes. En el asalto resultó dañado el despacho de la concejal de Servicios Sociales e Inmigración, Hilda Rivera, pero los delincuentes huyeron al activarse la alarma del centro. A estas dependencias, a las que los intrusos accedieron tras romper un cristal de una ventana, suelen acudir inmigrantes para recibir ayuda y atención municipal, lo que induce a pensar que se trata de otro ataque de tinte xenófobo.

Mientras tanto, la policía sigue sin aclarar el incidente que se produjo el pasado sábado en otra iglesia evangélica de la calle de Sierra Tortejada, en Vallecas, donde un ecuatoriano resultó herido en la cabeza tras ser golpeado con una silla por uno de los 10 hombres que irrumpieron en el templo y profirieron insultos xenófobos.