Una enfermera holandesa, acusada de matar a 14 niños y ancianos
La mujer publicó en 1992 su propia esquela, tras una pelea familiar
Una enfermera holandesa ha sido procesada por cometer 14 asesinatos durante cuatro años en cuatro hospitales de La Haya. La mujer, de 40 años, cuya identidad no se ha hecho pública, está acusada de matar a cinco niños y a nueve ancianos, según los fiscales, dándoles una dosis letal de medicamentos en los centros sanitarios donde trabajó de 1997 a 2001. Se le acusa además de cuatro asesinatos frustrados y de falsificar certificados de cualificación profesional. El juicio debe celebrarse en junio.
Según el ministerio fiscal, entre las víctimas se incluyen desde un bebé de menos de un año hasta un anciano de 91. Los asesinatos los habría cometido la mujer tanto en un hospital infantil como en la enfermería de una prisión.
'La enfermera es sospechosa de acabar con sus víctimas dándoles sustancias como potasio y morfina', manifiestan los fiscales en un comunicado. La personalidad de la mujer es calificada por la acusación de 'obsesionada de forma enfermiza con la muerte' y aportan el dato de que en 1992, tras una pelea familiar, insertó en un periódico su propia esquela.
Aunque no se ha hecho público qué enfermedad padecían las 14 víctimas, ha trascendido que tanto los niños como los ancianos eran pacientes con pocas expectativas de vida, por lo que existen sospechas de que la mujer mostraba en sus actos una compasión desviada.
Las primeras alertas saltaron a finales de 2000 en el Hospital Infantil Juliana de La Haya, donde la enfermera trabajaba, tras el extraño fallecimiento de un bebé de cinco meses. Los médicos habían visitado al pequeño apenas tres cuartos de hora antes de que muriera y no habían detectado ningún síntoma que permitiese sospechar un fatal desenlace.
Tras las primeras investigaciones, la pista condujo al Hospital de la Cruz Roja, donde también prestaba servicio la enfermera, y pudo comprobarse que también en ese centro habían muerto en circunstancias extrañas varios ancianos que se encontraban a su cuidado.
Los investigadores establecieron que, en el momento de cada muerte, se daba la coincidencia de que la acusada acababa de irse a casa. En el curso de las pesquisas, la policía efectuó la exhumación de tres de los niños fallecidos más recientemente.
Sucesos similares se producen de vez en cuando en el mundo. Reino Unido se ha visto sacudido dos veces en los últimos años por casos en los que profesionales de la medicina fueron condenados por múltiples asesinatos. La enfermera Beverly Allitt fue sentenciada a 13 años, en 1992, por matar a cuatro niños e intentar asesinar a nueve. Harold Shipman, Doctor Muerte, fue condenado en 2000 por matar a 15 de sus pacientes inyectándoles heroína. Médico de familia, Shipman es sospechoso de asesinar en 20 años a 300 pacientes, en general ancianas.
En febrero pasado fue detenida en Hungría una enfermera de 23 años que reconoció haber matado a 40 pacientes. 'No podía soportar ver a personas con enfermedades incurables', declaró. En Egipto, otra enfermera fue arrestada en 1997 al admitir que había matado a 18 pacientes porque la 'molestaban'.
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