'Vitoria es la cita vasca para nuevos realizadores'

Joseba Fiestras (Vitoria, 1968) dirige, junto a Arantza Lalinde, el Festival Internacional de Cine de Vitoria, que ayer presentó su cuarta edición con el estreno en Euskadi de No somos nadie, la primera película dirigida por el también actor y escritor Jordi Mollà. Orientado al trabajo de los nuevos realizadores, el certamen, que se clausurará el próximo sábado, ha apostado desde sus comienzos por el cine español, aunque va abriendo sus puertas a la creación internacional, una línea de trabajo que se quiere consolidar. Cinco largometrajes se presentan a concurso para lograr el Premio Victoria.

Pregunta. ¿Qué aporta esta cuarta edición a la historia del festival?

Respuesta. Hemos percibido una consolidación entre el aficionado de Vitoria, y también entre actores y directores que se dirigen al festival para ofrecer sus películas. Son títulos del cine español, pero también de nuevos realizadores de otros países. Nuestra voluntad es que Vitoria se convierta en una cita imprescindible para directores nóveles, aunque sean actores consolidados, como Jordi Mollà.

P. ¿Queda un espacio para Vitoria en el mundo de los festivales de cine vascos?

R. La respuesta a esta pregunta nos la dio un representante de Cultura del Gobierno vasco hace tres años, cuando le llevamos la propuesta: le pareció interesante crear un circuito cinematográfico como el de jazz, donde el festival de inicio de cualquier cineasta es el de cortometrajes de Bilbao, nosotros ofreceríamos el de nuevos realizadores y luego llegaría San Sebastián con su panorama internacional.

P. ¿Qué destacaría de la programación de este año?

R. Además de los premios a Sancho Gracia, por su trayectoria, y a Elvira Lindo, tenemos muchas satisfacciones, como el estreno en Euskadi de la película de Jordi Mollà. También nos agrada la presencia mañana [por hoy] del actor italiano Daniele Lioti. Dentro de la sección oficial, es interesante la oferta temática variada con presencia de cine de animación y documental. Y a mí, personalmente, me encantaría poder ver en pantalla grande las películas del homenaje a Billy Wilder.