Italia se niega a acoger a los milicianos acusados de terrorismo por Israel

El Gobierno italiano cerró ayer las puertas, de momento, a los 13 palestinos miembros de Al Fatah y Hamás, acusados de terrorismo por Israel, que se habían atrincherado desde el 2 de abril en la basílica de la Natividad de Belén. El Ministerio de Exteriores, del que es titular desde hace más de cuatro meses el propio primer ministro, Silvio Berlusconi, difundió ayer a primera hora de la tarde una nota en la que declaraba que 'no se puede proponer' en las actuales circunstancias la acogida en Italia de esos ciudadanos palestinos.

La negativa italiana, después de que el Gobierno de Roma hubiera dado muestras de estar dispuesto a un 'gesto generoso' para resolver la crisis de la Natividad, estaría justificada, al parecer, por la falta de una petición expresa del Gobierno de Israel. La Embajada israelí en Roma confirmó ayer tarde que no existía ninguna petición oficial de su Gobierno a Italia para que dé asilo a los 13 milicianos. Por su parte, el Gobierno italiano negó tener conocimiento de las negociaciones que desembocaron ayer en un acuerdo que preveía la expatriación a Italia de los 13 milicianos. El vicepresidente del Gobierno, Gianfranco Fini, primero, y los ministros de Defensa, Antonio Martino, y el de la Función Pública, Franco Frattini, después, reiteraron el total desconocimiento del Ejecutivo.

Posición difícil

El Gobierno italiano se encuentra en una posición difícil, porque tanto el Vaticano como la Casa Blanca son favorables a una solución de la crisis que pase por la acogida italiana de los 13 militantes. Ayer, el gobernador de Piamonte, Enzo Ghigo, declaró tras entrevistarse con el embajador americano, Mel Sembler, de visita en Turín, que Estados Unidos 'espera que se resuelva la transferencia de los palestinos a nuestro país'. Berlusconi recibió también una llamada telefónica de Colin Powell.

De acuerdo con la prensa italiana, el Gobierno de Berlusconi se habría visto arrastrado a esta embarazosa situación por el Vaticano, principal negociador en la última fase de la crisis de Belén, asistido por el senador vitalicio y siete veces primer ministro Giulio Andreotti. El cardenal Roger Etchegaray habría ofrecido Italia como país de acogida para el 'núcleo duro' de los palestinos encerrados en Belén, en sus negociaciones. Incluso se barajó la hipótesis de alojarlos en la sede del Sermig (servicio misionero para jóvenes) de Turín.

Ayer, Andreotti dijo haber transmitido al ministro del Interior, Claudio Scajola, una petición oficial, llegada desde Belén, para que Italia ofreciera asilo político a los palestinos. La petición estaría en sintonía con los deseos de protagonismo diplomático de Berlusconi, que hace unos meses propuso un plan Marshall para Palestina. Esta vez, sin embargo, Il Cavaliere ha querido abarcar demasiado y se ha visto desbordado. El temor a una reacción poco amistosa por parte de Israel, que considera terroristas a los 13 palestinos, y la dificultad de gestionar su residencia en Italia, ha decidido a Roma a dar un paso atrás.