Avalancha de peticiones de ancianos para acceder a un piso tutelado

En pocas horas se agotaron ayer los números que el Patronato Municipal de la Vivienda de Barcelona había puesto a disposición de los ancianos de la ciudad para rellenar la solicitud de acceso a uno de los 578 apartamentos tutelados que entrarán en servicio a lo largo de los próximos dos años. El Ayuntamiento estima que entre 2.000 y 3.000 ancianos intentarán optar a una de estas viviendas.

El periodo de inscripción para acceder a uno de los 578 pisos empezó ayer y se prolongará hasta el próximo 5 de julio. Las viviendas proporcionarán un servicio de acogida alternativo a las residencias geriátricas dirigido a personas de la tercera edad autónomas que, por circunstancias económicas, familiares o personales, no pueden permanecer en su hogar.

Las solicitudes podrán presentarse en las oficinas de atención al ciudadano de los distintos barrios de la ciudad y en la sede del Patronato Municipal de la Vivienda. La avalancha de solicitantes registrada ayer en estas oficinas indica que la demanda superará con creces la oferta. Núria Carrera, quinta teniente de alcalde de Bienestar Social del Ayuntamiento, destacó ayer que el orden de recepción de solicitudes no se tendrá en cuenta a la hora de adjudicar las viviendas. Carrera agregó que tampoco se realizará un sorteo, sino que se estudiará cada uno de los casos aplicando una serie de baremos. Entre los requisitos que se tendrán en cuenta figuran la autonomía de la persona, la edad (tendrán más posibilidades quienes tengan entre 60 y 69 años), la necesidad de una vivienda y los ingresos económicos, que no podrán ser superiores en ningún caso a 3,5 veces el salario mínimo interprofesional (21.667 euros al año -3,6 millones de pesetas).

Los pisos tutelados serán de alquiler y costarán unos 145,60 euros mensuales, aunque podrán ser subvencionados. Los apartamentos, de unos 40 metros cuadrados de media, dispondrán de un servicio de administración y mantenimiento, atención profesional en el domicilio, servicio de limpieza y lavandería y espacios de ocio comunes. Los pisos estarán dotados de alarmas telefónicas conectadas a una central de emergencias, destinadas especialmente a ancianos en situación de riesgo o disminuidos.

Carrera explicó que de las 578 viviendas, 23 están reservadas a familias con hijos dependientes. La concejal admitió que esta oferta es limitada y no descartó que el Ayuntamiento impulse nuevas promociones de pisos tutelados. Las viviendas de este tipo se sumarán a las 171 que ya funcionan en la ciudad. La oferta seguirá siendo escasa porque las personas mayores de 65 años en Barcelona representan ya el 22% de la población. Un total de 78.819 personas de más de 65 años viven solas y únicamente el 8,8% de los ancianos declara que necesita ayuda para su cuidado personal.

Por otra parte, la Generalitat ha puesto en marcha un programa piloto de microcréditos para la rehabilitación de pisos de alquiler exclusivamente para jóvenes. En conjunto se destinarán al programa 7.340.000 euros hasta el año 2005. El objetivo es facilitar el acceso de los jóvenes a la vivienda.