El Borbón controvertido
Aun cuando la 'corrección política' haya limitado la proyección de una efemérides tan relevante como la entronización en España de la actual dinastía reinante, el tercer centenario de la proclamación de Felipe V ha reavivado entre los especialistas el debate sobre la controvertida figura del primer representante de la casa de Borbón en nuestro país. Para unos sigue siendo sobre todo el monarca que suprimió los fueros de la Corona de Aragón; para otros, el rey melancólico que apenas si supo cubrir un tiempo de transición entre la decadencia del siglo XVII y la época de esplendor de Carlos III; para algunos, finalmente, el soberano ilustrado que implantó y consolidó el reformismo en la economía, la administración y la vida cultural de España.
FELIPE V Y LOS ESPAÑOLES
Ricardo García Cárcel Plaza & Janés Barcelona, 2002 352 páginas. 16,50 euros
Ricardo García Cárcel, que vuelve a señalarse con este libro como uno de los grandes historiadores modernistas de los últimos tiempos, asume aquí el difícil reto de reconstruir la historia de España desde un ángulo singular, el de las opiniones vertidas sobre Felipe V por sus contemporáneos y por todas las sucesivas generaciones desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Un reto basado en la acertada idea de que los juicios respecto del primer Borbón dejan al descubierto con toda claridad los presupuestos ideológicos subyacentes en las distintas propuestas para la construcción de España a lo largo de los tres últimos siglos.
El resultado es un apasionante ejercicio historiográfico, que se inicia con la propia guerra de Sucesión, cuando el conflicto internacional desencadenado por la Alianza de La Haya genera una profunda división entre borbónicos y austracistas en el interior tanto de los reinos como de los estamentos y favorece la toma de posición divergente (aunque nunca unánime) de los distintos territorios. A continuación se estudia la segunda mitad del setecientos, cuando Felipe V conoce una primera y provisional revisión de su figura que le convertirá en el restaurador de la pasada grandeza. Hasta llegar, después de otros dos siglos de polémicas, hasta nuestros días, cuando se acuerda (aunque no por parte de todos) la necesidad de situar al rey en su preciso contexto histórico, huyendo tanto de la hagiografía como de las descalificaciones viscerales sin base documental.
Ahora bien, al final de este largo recorrido, donde el autor pone de manifiesto su oceánica erudición, se desemboca en una tesis. Si el absolutismo imperante en la Europa del Antiguo Régimen propiciaba una articulación 'vertical' de España tras la conclusión del conflicto sucesorio, los tiempos de la democracia permiten una articulación 'horizontal' basada en la espontánea voluntad de convivencia, en la asunción de una larga historia común y en la reconciliación de los españoles con nosotros mismos y con nuestro pasado. Y, por este camino, el libro se convierte en un instrumento para dejar atrás los fantasmas y construir en paz y en libertad nuestro futuro.
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