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Los abogados denuncian que la policía les impide acceder a los retenidos en Barajas

Los funcionarios que custodian la sala de inadmitidos del aeropuerto de Barajas impidieron ayer que tres abogados, pertenecientes a distintas ONG y asociaciones, asistieran a los 81 subsaharianos que han llegado a Madrid en los últimos tres días en vuelos procedentes de Johanesburgo. Los letrados denunciaron que esta actitud de la policía, aun no siendo ilegal, crea indefensión a unas personas que desconocen la legislación española. En la madrugada de ayer estaba prevista la expulsión de 36 en un vuelo de vuelta a la capital surafricana.

Los subsaharianos, con pasaporte angoleño y visado de turista para entrar en Portugal, llegaron en tres vuelos de Iberia que aterrizaron en Barajas el domingo, el lunes y el miércoles pasado. Algunos proceden de la República Democrática de Congo y en el grupo hay varios niños y algunas mujeres. Fuentes del aeropuerto aseguran que dos de ellas tuvieron que ser ingresadas ayer en un hospital para dar a luz.

La Dirección de Asilo y Refugio informó a un abogado de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Mauricio Valiente, de que sólo seis subsaharianos habían solicitado asilo. La información le había sido proporcionada por la policía, que reforzó notablemente las medidas de seguridad en las dependencias de fronteras en previsión de incidentes. Los agentes impidieron la entrada a éste y a otros abogados a pesar de que el encargado de extranjería había asegurado minutos antes a la presidenta de CEAR, Delia Blanco, que les permitiría el acceso.

De vuelta a su país

Otro abogado, que solicitó el anonimato, explicó que los agentes resolvían los expedientes de los africanos antes de permitirles hablar con ellos. 'Para cuando nosotros presentamos un recurso contra la expulsión, ellos ya están camino de su país'. La solicitud de asilo, en cambio, paraliza la expulsión de forma automática. 'Los policías lo saben, por eso nos ponen todas las dificultades para que podamos informarles', explicó Mauricio.

A un tercer letrado que intentó asumir la representación de diez de los africanos retenidos se le impidió también acceder a la sala de inadmitidos. 'La policía me dijo que sólo podía entrar si alguno de los extranjeros me reclamaba o si tenía la venia de alguno de los abogados de oficio que trabajan allí [permiso para que otro abogado continúe con el caso]', aseguró el letrado. 'No quieren comunicarles que hay abogados fuera que quieren representarles'. Según el letrado, la policía les impide el acceso para que no haya trabas legales que puedan paralizar el procedimiento. 'No vayamos a hacer algo que paralice la expulsión'.

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CEAR considera que las informaciones publicadas hasta el momento son suficientes para provocar la intervención del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

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