La otra cara de la ESO
Sus siglas bien nos indican que ESO quiere decir Educación Secundaria Obligatoria, y porque es obligatoria en las aulas, en las aulas te encuentras con gente dispuesta a fomentar su educación intelectual y social pero, también, hay un gran número de personas que están por obligación y no porque verdaderamente les interese estar ahí.
Estos alumnos no sólo son obstáculos para los que queremos aprender si no que nos hacen perder tiempo, igual que lo están perdiendo ellos, porque mientras que están en las clases distraen constantemente a los compañeros. Estos alumnos desinteresados no consideran la enseñanza como algo bueno para su futuro, si no como excusa para perder el tiempo y no estar trabajando o, lo que es lo mismo, no estar sacando provecho de sus vidas. Aún no hemos hablado del tiempo que pasan tirados en las calles porque a cada momento están expulsados y como son menores de 16 años no pueden trabajar, sólo estar en las calles.
Si no existiera la enseñanza obligatoria, estos niños podrían perfectamente estar aprendiendo una profesión. Hay que aclarar que no muy buena porque no tendrá la misma recompensa alguien que estudia que alguien que no lo haga, pero podrían aprender oficios que no requieren estudios superiores. Con la LOGSE, cuando estos chicos salen a los 16 años del instituto, se encuentran con que no tienen nada, ni estudios, ni ninguna formación profesional.
Los más perjudicados ante esta situación somos los alumnos que queremos estudiar, ya que nuestros compañeros, por llamarlos de alguna forma, son unos irresponsables que nos insultan por el simple hecho de llevar la tarea o de aprobar un examen. En numerosas ocasiones, alumnos que han sido muy buenos estudiantes se han dejado llevar por los malos, por no soportar las burlas, y se han apuntado a seguir el mal camino que, al fin y al cabo, no lleva a nada.
El nivel de la ESO lo han bajado para que todos puedan aprobar y los alumnos que alcanzamos ese nivel y llegamos a Bachillerato nos encontramos con un nivel mucho más alto y nos cuesta mucho más trabajo conseguir aprobar estos dos cursos tan importantes.
Hay que tener muy claro que quienes queremos estudiar lo vamos a hacer, por muy fácil o difícil que nos lo pongan, y los que no quieran ya le pueden imponer 4.000 reformas, que no lo harán porque con cualquier modo de estudio siempre estará la ovejita negra que dé la nota.
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