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Investigan una técnica que permitiría a mujeres sin ovarios tener hijos con sus propias células

El Instituto Bernabeu intenta preservar óvulos del periodo fértil mediante el trasplante

El Instituto de Fertilidad y Ginecología Bernabeu de Alicante, centro pionero en el desarrollo de programas de fecundación in vitro, ha iniciado una investigación que persigue la preservación de tejido ovárico de la mujer. El estudio va dirigido a conseguir el trasplante de células ováricas de una misma paciente a otra parte de su organismo, en concreto en su antebrazo. Si la experimentación prosperase, aquellas mujeres que sufran una extirpación de sus ovarios podrán tener hijos biológicos sin necesidad de recurrir a la donación de estas células.

En la actualidad, el marco jurídico español prohíbe la congelación de las células reproductivas de la mujer -algo que no sucede en el caso de los espermatozoides-, lo que impide que aquellas mujeres que han sufrido una extirpación de los ovarios por enfermedad puedan tener hijos biológicos. Las trabas legales obligan, por tanto, a las afectadas a recurrir a ovocitos donados por otra mujer, lo que les impide acceder a una maternidad biológica.

Mientras la Comisión Nacional de Reproducción Asistida decide la legalización o no de la congelación de este tejido, el Instituto Bernabeu trata de ofrecer a sus pacientes la opción de ser madres de hijos genéticos. Por este motivo, la clínica alicantina, uno de los centros más prestigiosos en el tratamiento de infertilidad, ha iniciado hace unos meses el estudio de técnicas que permitan la conservación de células ováricas primordiales para la fecundación.

La experimentación supondría una formidable solución no sólo para las enfermas que se ven obligadas a someterse a quimioterapia, que conlleva la pérdida de tejido ovárico, sino también para aquellas futuras madres que deciden posponer su maternidad más allá de los 35 años, explica el director del centro, Rafael Bernabeu.

Los cambios sociales han llevado a la mujer a retrasar su maternidad. Una de cada tres madres decide tener un hijo por encima de los 35 años, algunas incluso alrededor de los 40. 'Pero el reloj biológico es algo irrecuperable', resalta el especialista. 'Una señora nace con toda la dotación de ovocitos que va a consumir a lo largo de su vida. El ovario va ovulando de mejor a peor calidad, de ahí que una adolescente tenga una alta probabilidad de embarazo que va reduciéndose conforme cumple años', precisa.

La técnica de trasplantar el tejido ovárico al antebrazo de la mujer permitiría a ésta disponer de sus mejores ovocitos recogidos durante su etapa de plenitud, fijada en la veintena, período en el que los ovocitos son de mejor calidad. 'Con esta técnica se logra una alta probabilidad de embarazo con los mejores ovocitos de la mujer y seguros de no lastrar las anomalías inherentes a la edad'.

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