Aznar irá una vez al mes al Senado pero a costa de reducir sus duelos con Zapatero
El presidente del Gobierno, José María Aznar, se someterá desde este mes a sesiones de control al Ejecutivo en el Senado, pero a costa de reducir sus ya escasas intervenciones en el Congreso. La presidenta de la cámara alta, Esperanza Aguirre, acordó ayer con todos los grupos la posibilidad de efectuar un día al mes tres preguntas al presidente del Gobierno para revitalizar la actividad del Senado. El PSOE aceptó, pero reclamó que esos debates no se 'solapen' con los tres duelos al mes que Aznar suele tener con José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso.
Aguirre se reunió ayer por separado con los portavoces de todos los grupos parlamentarios para buscar su apoyo a esta propuesta, que luego concretó en la Mesa de la cámara el vicepresidente primero, Alfredo Prada. Aznar ha dado su visto bueno a esta iniciativa, que se aplicará por primera vez el próximo día 22, tras conocer la interpelación presentada la semana pasada por el portavoz socialista en el Senado, Juan José Laborda, que increpó al ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, por el desinterés del Gobierno por esa cámara.
El PSOE critica que el presidente no va al Senado desde el debate sobre las autonomías en 1997, el único organizado con este Ejecutivo. Laborda, y el portavoz de Entesa, Isidre Molas, argumentaron en la reunión que no se oponían a esta medida siempre que no hubiera 'solapamiento' con las sesiones de control en el Congreso y que no se anulara el compromiso anual del debate sobre las autonomías.
'La presencia del presidente del Gobierno en el Senado termina con cualquier cuestionamiento sobre la utilidad de la cámara alta. A partir del día 22 habrá otro Senado', dijo ayer Prada. El vicepresidente primero de esa cámara argumentó también que la presencia de Aznar permitirá que también le formulen preguntas, además del PP y del PSOE, los partidos nacionalistas y regionalistas. IU no tiene grupo parlamentario en el Senado.
La decisión de que Aznar se someta a una sesión de control en el Senado ha causado enorme recelo en la Ejecutiva socialista. El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, aseguró ayer que su grupo no va a tolerar que esas intervenciones de Aznar en el Senado vayan en detrimento de sus comparecencias en el Congreso. La dirección del PSOE se alarmó al sospechar que detrás de esa decisión hay una 'trampa política nada inocente'. El PP hace tiempo que intenta desactivar la estrategia de acoso político a determinados miembros del Ejecutivo emprendida por el PSOE en el Congreso hace meses.
El PSOE exige al presidente que antes de ir al Senado a contestar preguntas del PP para su lucimiento 'se comprometa a fijar la fecha del debate de las autonomías', indicó el senador socialista formó Javier Rojo. Si no lo hace, el PSOE renunciará a tramitar preguntas en el Senado.
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