Un matrimonio logra salir ileso del derrumbe de un edificio en Alicante
La fortuna evitó ayer una tragedia en Alicante. Un inmueble de dos plantas se desplomó parcialmente en el centro urbano sin causar daños personales. Los ocupantes de la vivienda unifamiliar, un matrimonio de unos cincuenta años, alertados por la aparición de grietas y tras oír ruidos procedentes de la estructura desalojaron su vivienda minutos antes de producirse el derrumbe, según informó la Policía Local.
Las labores de demolición que se realizaban en un edificio anexo al afectado, en el número 22 de la calle de San Salvador del barrio de San Blas, pudo ser la causa del siniestro, según las primeras hipótesis de los bomberos. El edificio sufrió la caída de parte de la fachada y de la pared medianera que colindaba con el inmueble que iba a ser derruido.
El propietario del inmueble relató ayer que informó al arquitecto sobre la aparición, hace unos días, de grietas en las paredes del inmueble. Fuentes del parque local de bomberos apuntaron que este tipo de accidentes suelen ocurrir cuando las labores de construcción de un nuevo edificio, que generalmente colinda con otro, 'dejan en el aire' la cimentación del edificio de vieja planta.
Con este edificio son tres los derrumbados en los últimos dos meses en la capital. El primer desplome se produjo en pleno casco antiguo de la ciudad. Un edificio de tres plantas y en avanzado estado de deterioro se vino abajo. En aquella ocasión, los tres indigentes que habitaban el edifico lograron también salir ilesos. Apenas 24 horas después, otro edificio se vino abajo sin causar heridos en el barrio de San Blas.
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