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Los depresivos afirman que el mejor indicador de curación es volver a disfrutar de la vida familiar

Probablemente nadie como el propio paciente depresivo sabe cuándo ha dejado atrás su enfermedad. Una reciente encuesta se ha propuesto ilustrar lo que significa la remisión de los síntomas desde la perspectiva del paciente -y no desde la del médico o los familiares- preguntándoles por sus síntomas y cómo identifican que están curados. En su opinión, la recuperación de la capacidad de participar y disfrutar de las actividades familiares es el principal indicador, seguido de la participación en las actividades de ocio y de las relaciones sociales o de servicio a la comunidad.

' confirma lo que veo en mis propios pacientes: que conseguir la remisión de los síntomas depresivos permite a las personas disfrutar de nuevo con las actividades más significativas para ellas, que no podían realizar cuando estaban deprimidas o cuando recibían la terapia adecuada', afirma Norman Sussman, psiquiatra de la Universidad de Nueva York. 'Demasiados médicos y pacientes se conforman con una respuesta parcial al tratamiento contra la depresión, que no permite a los pacientes recuperar una plena calidad de vida'.

La depresión, que afecta a entre el 5% y el 10% de la población, puede interferir con la capacidad de trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que en otro tiempo resultaban placenteras. Los síntomas incluyen una tristeza permanente, dificultad para concentrarse o tomar decisiones y, en los casos más graves, pensamientos de muerte o suicidio.

Por sus características, no es fácil determinar desde fuera cuándo una persona está mejorando realmente (en ocasiones, el plus de energía que proporcionan los mediamentos antidepresivos es el que les da a los pacientes las fuerzas necesarias para suicidarse). La enfermedad tiene un claro predominio femenino, pero si hace 50 años la depresión afectaba a cuatro mujeres por cada hombre, ahora esta proporción es de dos mujeres por cada hombre.

La mayoría de los pacientes encuestados que habían alcanzado la remisión de los síntomas (el 69%) reconocían haber retomado actividades que no podían realizar cuando estaban deprimidos. Las cinco actividades más importantes para ellos eran la vida familiar, las propias aficiones, los servicios de voluntariado, el ejercicio físico y las actividades artísticas, como pintar. El que a un depresivo le den la esperanza de que es posible la remisión de los síntomas parece desempeñar un papel importante en la mejoría de los pacientes.

El 89% de los enfermos curados reconocen que sus relaciones de pareja mejoraron notablemente, el 90% señalan que las relaciones con los hijos mejoraron tras la remisión de los síntomas y el 80% responden que su vida profesional también experimenta mejorías. La encuesta se realizó a principios de año con 704 enfermos depresivos en EE UU, de los cuales 501 se consideraban libres de síntomas depresivos.

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