El Constitucional ampara a Alberto Alcocer frente a unas fotos íntimas en 'Diez Minutos'
El Tribunal Constitucional ha amparado el derecho a la intimidad y a la propia imagen del empresario Alberto Alcocer frente a la publicación, sin su consentimiento, en la revista Diez Minutos, de unas fotos suyas en 'situación de afectividad' con Margarita Hernández, tomadas en una playa. El Constitucional anula la sentencia del Supremo favorable a Diez Minutos, por lo que deberá ejecutarse la del juez de primera instancia que en 1991 condenó a dicha revista a indemnizar a Alcocer con 20 millones de pesetas (120.200 euros).
El fallo del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Madrid fue confirmado en 1993 por la Audiencia Provincial, pero la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo estimó en 1997 el recurso de casación, por entender que el reportaje estaba amparado por el derecho a la información, al tratarse de una persona pública y haberse obtenido las fotografías en un lugar público.
Frente a estas apreciaciones, la sentencia del Tribunal Constitucional, de la que ha sido ponente el magistrado Pablo García Manzano, anula la del Supremo en atención a que las imágenes de Alcocer, tumbado en una playa con Hernández, 'en situación de afectividad', tomadas por un amigo de Alcocer y con la cámara fotográfica de éste, fueron vendidas a Diez Minutos, que las publicó 'sin comprobar la procedencia de las fotos ni recabar el consentimiento de los que aparecen en ellas'.
El Constitucional razona que la divulgación de aquellas fotografías, bajo el titular Tras el escándalo Alberto Cortina-Marta Chávarri, ahora gran exclusiva: las fotos definitivas de Alberto Alcocer y Margarita Hernández, 'invadió ilegítimamente la esfera de la intimidad personal y familiar del recurrente'. En cuanto a la notoriedad de Alcocer, el Constitucional asegura que 'no le priva de mantener (...) un ámbito reservado de su vida, como es el que atañe a sus relaciones afectivas, sin que su conducta en aquellas actividades profesionales elimine el derecho a la intimidad de su vida amorosa'. Y aunque las fotos fueron tiradas en una playa, 'ello no elimina (...) que fueron obtenidas en el círculo íntimo de las personas afectadas'.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.