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Peñíscola registra el tercer abordaje de un pesquero en menos de una semana en aguas del litoral valenciano

María Fabra

Un hombre resultó herido leve ayer cuando la embarcación de recreo que tripulaba colisionó contra un pesquero al que arrancó la popa. El patrón del yate Turi sufrió una conmoción y hubo de ser atendido por los servicios sanitarios después del abordaje de un pesquero con base en el puerto de Peñíscola. Con éste son ya tres los abordajes sufridos por pesqueros en aguas del litoral valenciano en menos de una semana. El primero ocurrió en Calp y el barco se hundió tras la colisión con un buque. El pasado lunes, un gran buque portacontenedores abordó a otro pesquero en Peñíscola, prácticamente en el mismo sitio en el que el Simó Guzmán fue abordado ayer.

El capitán marítimo de Castellón, Juan Andrés Lecertúa, aseguró ayer que la casualidad es la única explicación para la sucesión de incidentes en alta mar. 'En nueve años no ha habido ningún abordaje en alta mar y en una semana, en el caso de Castellón, se han registrado dos', apuntó. Aún así, Lecertúa quiso hacer una llamada de atención ya que, según dijo, cuando el mar está en calma chicha y la visibilidad es buena, 'la gente se confía'.

El abordaje se produjo hacia las 8.15, a unas cinco millas del puerto de Alcossebre. El pesquero había echado las redes y navegaba a unos escasos cinco nudos. La fortuna quiso que tres de los tripulantes de la embarcación se encontraran en proa y no realizando alguna de las tareas propias de los pescadores, en la popa del barco, donde se encuentran los aparejos de la pesca de arrastre. Según indicaron ayer fuentes de Capitanía marítima, todo indica que fue una negligencia del patrón de la embarcación de recreo la causa del accidente.

Al parecer, el patrón del Turi, un yate de unos 16 metros de eslora, navegaba a una velocidad considerable cuando, después de no atisbar barco alguno, abandonó el puente. Según las primeras declaraciones, el patrón del pesquero se encontraba vigilando la circulación marítima, cuando vio que la otra embarcación se aproximaba y no realizaba maniobra alguna. Al tener las redes echadas, sólo tuvo tiempo de girar, con lo que evitó una colisión más grave. A pesar de ello, el yate debió cruzar el pesquero hasta el punto de arrancarle la popa. Afortunadamente no hubo heridos de consideración y otros dos pesqueros se colocaron a ambas bandas del Simó Guzmán, lo amarraron y lograron, gracias al buen tiempo, remolcarlo hasta el puerto. El yate también sufrió una vía de agua que obligó a remolcarlo.

El pesquero <i>Simó Guzmán</i>, ayer, en el puerto de Peñíscola, con los visibles destrozos causados por el abordaje en su popa.
El pesquero Simó Guzmán, ayer, en el puerto de Peñíscola, con los visibles destrozos causados por el abordaje en su popa.ÀNGEL SÁNCHEZ

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