Interior sólo logró expulsar en 2001 al 16% de los 23.487 irregulares expedientados

El Ministerio del Interior intentó expulsar en 2001 a 23.487 extranjeros irregulares, pero sólo consiguió poner fuera del país a 3.817. El delegado del Gobierno para la Extranjería y la Inmigración, Enrique Fernández-Miranda, ocultó este dato en su comparecencia del pasado martes ante la Comisión de Justicia e Interior del Congreso de los Diputados.

Fernández-Miranda destacó en un intervención una cifra global de 44.871 extranjeros cuya salida de España se ordenó el pasado año. Esa cifra no contenía únicamente los 12.976 expedientes de expulsión resueltos, sino también 8.881 rechazados en frontera y 22.948 devoluciones.

Lo que el delegado no aclaró es el número exacto de expedientes de expulsión realmente ejecutados, es decir, el número de extranjeros que habían sido efectivamente expulsados del país después de la la resolución de sus expedientes. Según fuentes de Interior, esa cifra es de sólo 3.817 personas, lo que significa poco más del 16% de todas los procedimientos incoados y poco menos de un tercio de las 12.976 órdenes de expulsión emitidas.

Al conocer dicho dato, la secretaria de Políticas Sociales y Migratorias del PSOE, Consuelo Rumí, consideró que Fernández-Miranda 'sólo había intentado confundir a la opinión pública con su catarata de cifras' y que con la mezcla de resoluciones de expulsión, denegaciones de entrada y devoluciones, 'sólo pretendía ofrecer una imagen de eficacia que se contradice con la realidad, ya que la cifra de expulsiones es muy inferior a la que se ha intentado sugerir'.

Por su parte, el portavoz de Izquierda Unida en la Comisión de Justicia e Interior, Felipe Alcaraz, aseguró que la ocultación de ese dato responde 'a la necesidad de que el electorado del PP no diga que no están empleando suficiente mano dura' contra la inmigración ilegal. Alcaraz criticó la política de inmigración del Gobierno porque 'culpabiliza al extranjero de la delincuencia creando una dinámica de xenofobia y racismo'. 'El Gobierno', añade Alcaráz, 'oculta de manera vergonzante los efectos de su propia política'.