Un polizón es hallado muerto en Sagunto en un barco en el que el lunes pidieron asilo otros seis

El buque Santa María, que atracó el sábado pasado en el puerto de Sagunto, no sólo albergaba a los seis polizones cuyas solicitudes de asilo se encuentran en proceso de tramitación. Ayer por la mañana, los estibadores que trabajaban en la descarga de troncos del barco encontraron el cuerpo sin vida de un séptimo inmigrante con señales de haber fallecido aplastado por la carga. Otros cinco polizones que llegaron a Valencia en el interior de un mercante italiano solicitaron ayer asilo, según informó la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Tras el hallazgo del cadáver, la consignataria del buque avisó a la Policía, que envió al lugar a agentes de la Brigada de Extranjería y de la Policía Científica. Mientras, el barco quedó retenido en el puerto, a la espera de que concluyan las diligencias judiciales, de acuerdo con la información facilitada por la Delegación del Gobierno. El polizón, del que se desconoce filiación y nacionalidad, murió supuestamente aplastado por un tronco en las bodegas del buque y fue localizado en el hueco de una escalera. Ayer seguían las labores de descarga de la nave a la espera de que se pudiera extraer el cadáver sin que la carga obstaculizara la operación.

Ninguno de los seis polizones del mismo barco, que el lunes solicitaron asilo a los abogados de la CEAR y del turno de guardia de extranjería del Colegio de Abogados de Valencia, comunicó la existencia de un séptimo compañero. Las solicitudes de estos ciudadanos -dos de Sierra Leona, otros dos de Nigeria y los dos restantes de Camerún-, no se admitieron, por lo que se remitió un recurso con más información a la Oficina de Asilo y Refugio en Madrid para debatir de nuevo la situación legal de los inmigrantes e insistir en la petición de asilo. La resolución de esta última petición se desconocía a última hora de ayer, aunque había pocas posibilidades de que prosperara, ya que es poco frecuente que se reconsidere en segunda instancia una denegación inicial.

Al suceso de ayer se sumó otro episodio relacionado con polizones. La CEAR informó de la existencia de otros cinco llegados al puerto de Valencia en el barco Jolly Zaffiro. Este buque ya estuvo relacionado con la llegada de inmigrantes ocultos el 10 de marzo pasado, según señalaron desde la organización. En este caso, los pasajeros eran dos ciudadanos de Ghana, dos de Senegal y el quinto de Sierra Leona y estaba previsto que hoy se les prestara asesoramiento jurídico a través de la intervención del juez para que pudiesen presentar la solicitud de asilo, ya que pese a la autorización policial la consignataria impidió el acceso a los polizones.

En un comunicado, la CEAR informó ayer de la situación de desamparo en que se encuentran los inmigrantes que llegan en estas condiciones. El accidente que ocasionó la muerte al polizón en el barco de Sagunto 'da muestras de la peligrosidad que conlleva embarcarse de manera clandestina (...) y el riesgo que sufre la vida de las personas que lo hacen, evidenciando la situación que viven en sus países, ya sean conflictos políticos, étnicos, religiosos o sociales'.

Acceso impedido

A ello añaden que el acceso para informar a estas personas de su derecho a solicitar asilo, reconocido por la legislación vigente, 'es impedido en muchas ocasiones tanto a las organizaciones especialistas en derecho al asilo como a los letrados del turno de oficio'. Pero los problemas, señalan, no acaban aquí. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado apunta que cuando se logra el acceso a las personas afectadas por parte de los abogados 'la dureza impuesta desde la Administración española para admitir a trámite estas solicitudes de asilo evita que los casos puedan ser examinados a fondo, negando así la posibilidad de demostrar los temores fundados que tienen si regresan a sus países de origen'.