Ideas luminosas

Parece increíble, pero Vicente Amigo 'jugó' exactamente a la misma hora que el Barça-Madrid ese de tanto interés y llenó el teatro. Con público predominantemente joven, por añadidura.

Y es que Amigo se ha convertido en el líder de una brillante generación de guitarristas flamencos. Su concierto Ciudad de las ideas, tema del último disco grabado hasta ahora, sigue dándole un gran triunfo cada vez que lo toca, y como lo tiene ya muy hecho, él y su grupo lo interpretan con una autoridad importante.

Amigo ha tenido el acierto de no componer exclusivamente esa música tan habitual hoy de mucho ritmo, a base de rumbas, tangos, bulerías, etcétera. La hay también en su concierto, pero no faltan temas mucho más reposados y profundos en los que la guitarra se hace tremendamente sensible y jonda. Ella sola -ese toque por soleares que nunca falta en los conciertos de Amigo y que es su sello personal-, o con ligeros acompañamientos de un grupo muy en sintonía con él por afinidades musicales y por la unidad consecuente de llevar muchos años juntos.

En cualquier caso, la participación del grupo tiene gran interés en una música como la de Vicente Amigo, muy compleja y que exige a cuantos la ejecutan unas considerables capacidades interpretativas, que en ocasiones son de verdadera precisión. Hay no sólo las partes instrumentales, sino también juegos vocales, sonidos inconcretos y otros efectos que añaden, no sé si belleza musical, pero sí complicación y dificultad al trabajo de todos.

Lo más difícil

Pero el gran artífice es por supuesto Vicente Amigo, quien da testimonios constantes de unas posibilidades técnicas ilimitadas. Su sonido es limpio, claro, de una belleza realmente admirable. Un guitarrista con tal autoridad y tan preparado para hacer lo más difícil con su música no puede ser incluido en un apartado convencional de la música flamenca.

Éste es el Amigo que me parece fundamental, con una claridad de ideas que se traduce en música luminosa y de gran calado. Yo diría que en esta música, muy sentida y pensada, es en la que más auténtico se siente, como flamenco que es antes que cualquier otra cosa.