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Crítica:ARTO TUNCBOYACIYAN | ÉTNICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Asombroso

Poco importa que Armenia no tenga salida al mar, ni que esta Banda de la Armada sea de lo más pacífica, beligerante si acaso en asuntos de extrema gravedad musical.

Doce músicos en escena, arreglos para metales como si Carla Bley orquestara obras de Nino Rota, una base rítmica de trío de jazz, los sonidos de instrumentos tradicionales de Anatolia y ese canto melancólico de Arto Tuncboyaciyan, que no se quita la boina ni para comer y lleva una camiseta con un nombre en el pecho: Onno. El nombre de su hermano mayor, fallecido en un accidente en 1996, y al que Tuncboyaciyan le dedica desde entonces todo lo que hace.

Media hora de reloj duró la primera pieza. Una especie de sinfonía contemporánea a partir de melodías que remiten al Asia menor, con la dinámica y la energía telúrica que únicamente desprenden los más grandes. La segunda obra se inició con el saz -laúd árabe extendido por Turquía y Armenia- y una voz bellísima en tanto nace de un músico honrado e inmenso. Música libre y creativa de un percusionista cuyo nombre aparece en los créditos de discos de Joe Zawinul, Dino Saluzzi, Paul Winter o Gerardo Núñez. Tuncboyaciyan es una esponja que ha absorbido el folclor armenio, las fanfarrias balcánicas, polifonías de los pigmeos, los cantos de los paleros cubanos, a Baaba Maal y Weather Report. Tanta música extraordinaria que cualquier lista se antojaría injustamente limitada. En la portada del disco New Apricot, él la define como avant garde folk: la identidad que te da tu abuelo y la imaginación con la que te proyectas, tras haberte abierto a otras culturas.

Arto Tuncboyaciyan & Armenian Navy Band

Galileo Galilei. Madrid, 22 de abril.

Su solo de cacerola, con toque por bulerías, se convirtió en un divertido e iconoclasta episodio. Tuncboyaciyan es el instrumento. Y con su Armenian Navy Band ofreció un concierto asombroso.

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