La suerte de ser uno más
Premiados tres colegios de Málaga por la integración de extranjeros en sus aulas
Los ojos rasgados de la pequeña Piharo, su tez morena y su amplia sonrisa, que evidencia aún más sus rasgos orientales, son aspectos que cualquier peatón miraría con extrañeza o cierta sorpresa si se cruzara con ella por la calle. Pero en el colegio Albaida de Torremolinos, esta tímida chiquilla de 5 años es una más después de llevar tan sólo un año en España junto a su madre. Sus compañeros apenas reparan en sus raíces, hundidas en una cultura tan distante como la tailandesa.
El colegio Albaida, desde cuyas ventanas se observan cercanas las olas de la playa de La Carihuela, acoge alumnos procedentes de 17 países (Ucrania, Rusia, Brasil, Ecuador, Puerto Rico...). La mayoría de sus 76 matriculados proceden del extranjero. Por eso, y por el aire de convivencia que se respira en sus aulas, la Delegación de Educación de la Junta en Málaga ha premiado su labor de integración de tan diversas culturas.
El reconocimiento lo comparte con el colegio Jacaranda (30 nacionalidades entre sus más de 300 alumnos), de Benalmádena, y el colegio Las Cañadas, en Mijas.
El Albaida, donde se imparte infantil y primaria, aplica por quinto año consecutivo actividades de ayuda a la integración de culturas. 'El idioma es siempre uno de los obstáculos para los pequeños, pero el lenguaje gestual les ayuda, en principio, a habituarse al día a día del sistema educativo', explica la directora Gracia García. 'Hablar es más complicado para ellos', continúa, 'pero comienzan a entender español muy rápido'.
Durante todo el año se realizan actividades encaminadas a un conocimiento mutuo de las muchas culturas: bailes, comidas, lecturas en grupo, juegos. No es que cada día sea fiesta en el Albaida, sino que las citadas son tareas que forman parte de la educación de estos niños, que asumen desde muy pequeños valores como el de la tolerancia y el respeto a los semejantes, sean de donde sean.
El ambiente en un aula del Albaida es el que se podría observar en cualquier colegio. Por ejemplo, se abre la puerta y salta de la silla un pequeñajo de 5 años y dice sin titubeos: 'Hola, ¿Cómo se llama usted?'. Y cuando conoce el nombre de su interlocutor, responde: 'Encantado, yo soy Richard'. Es inglés, pero por su acento cualquiera diría que era uno de los seis españoles que hay en su clase de 18 alumnos de preescolar.
Otro de los factores que ayuda a la plena integración es el comportamiento de los padres. La implicación era 'escasa' cuando hace cinco años se empezaba a incidir en esto de integrar las culturas, según la presidenta de la asociación de padres, la ecuatoriana Ibeth Rosales. 'Al principio, los padres preferían que sus hijos estuvieran en la calle antes que en el colegio conociendo las culturas de sus compañeros', recuerda. No obstante, cada vez resulta más fácil que los padres participen en los bailes, lean poesía, o incluso se arranquen con canciones típicas de sus países.
Sini, finlandesa de 11 años, no tiene bastante con integrarse ella misma. Con otras tres hermanas más en el centro -dos de ellas gemelas-, se encarga de traducir a sus padres el resultado de las reuniones de estos con los profesores y las notas de sus hermanas. Todo un ejemplo.
Concentración en la costa
Casi la mitad de los 17.099 alumnos extranjeros que estudia en Andalucía lo hace en la provincia de Málaga, según el informe del Plan Andaluz de Educación de Inmigrantes. Según los datos de escolarización de 2001-2002, que ayer ofreció el delegado de Educación Juan Alcaraz, 7.403 estudiantes matriculados en Málaga proceden de 101 países. De estos, 4.937 asisten a primaria y 2.466 están inscritos en secundaria. Así, el 4% de los 200.691 alumnos que hay en Málaga son extranjeros. Para aplicar el plan educativo para inmigrantes, la delegación emplea a 15 docentes encargados de facilitar esta integración. Estos recursos han sido destinados a 19 centros de la provincia. Estos colegios se concentran principalmente en la costa, donde el turismo residencial extranjero ha provocado que los centros escolares estén al límite de plazas, como ocurre en Torremolinos. Casi la mitad de los alumnos proceden de diversos puntos de Europa (2.188), continente seguido por África (1.616), América (936), países del este (211), Asia (78) y Oceanía (7). El 85% de estos extranjeros, la mayoría británicos y marroquíes, están escolarizados en colegios públicos antes que en privados o concertados. El delegado de Educación, Juan Alcaraz, explicó que Málaga adquiere una singularidad especial dada su 'heterogeneidad' de las nacionalidades que sus centros acogen. Juan Alcaraz señaló que su departamento no se ha encontrado en la tesitura de ubicar en un mismo centro a alumnos cuyos pueblos de origen estén actualmente en conflicto, como puede ser el problema entre palestinos e israelíes.
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