Coves anuncia una demanda civil contra Boliden por el vertido

La consejera de Medio Ambiente, Fuensanta Coves, indicó ayer que los servicios jurídicos de la Junta de Andalucía están ultimando la demanda civil contra la empresa Boliden-Apirsa, propietaria de las minas de Aznalcóllar donde se rompió la balsa que generó el vertido tóxico en la cuenca del Guadiamar en abril de 1998, para reclamar una parte de las inversiones destinadas a reparar los daños del accidente. Coves explicó que, una vez cerrada la vía penal, la Junta intentará recuperar una parte de las inversiones destinadas a tareas de descontaminación de la zona. En la recuperación, la Administración andaluza ha invertido más de 152 millones de euros (alrededor de 25.000 millones de pesetas) y prevé dedicar este año otros 10 millones de euros.

En vísperas del cuarto aniversario de la catástrofe, la consejera destacó que el 95% de las 5.000 hectáreas afectadas ha sido restaurada y que los parámetros analizados prueban que la situación en la zona se acerca a la que tenía antes del accidente minero. El terreno que está aún pendiente de descontaminar es el más próximo a la balsa rota, cerca del río Agrio.

A pesar de la restauración de la cuenca y del río Guadiamar, a través del proyecto del corredor verde, la consejera dijo que en el curso fluvial se aprecian niveles de contaminación provocados por algunas industrias de aderezo de aceitunas, que vierten directamente al río. 'Y tienen un efecto más pernicioso que el propio vertido tóxico', subrayó Coves. La Consejería de Medio Ambiente ha denunciado ante la Fiscalía vertidos producidos en el término municipal de Pilas, donde se concentran numerosas industrias aceituneras. Fuensanta Coves reconoció que todavía no existen soluciones tecnológicas para depurar estos vertidos, que son depositados en balsas por las empresas que tratan de evitar la contaminación fluvial.Sobre el programa de educación ambiental del corredor verde, la consejera destacó la construcción del jardín botánico de Buitrago, en Aznalcázar, y la apertura de un camino de 110 kilómetros, que enlaza Aracena con Doñana.