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Fallece un niño tras caer por un talud de cinco metros con una bici

F. Javier Barroso

Eduardo Fulgencio Liébanas, de nueve años, murió en la madrugada de ayer en la unidad de cuidados intensivos del hospital Niño Jesús, adonde había sido trasladado tras caer por un talud de más de cinco metros de desnivel en el distrito de Barajas. El chaval iba montado en una bicicleta y, al bajar por una calle con bastante pendiente, le fallaron los frenos y se precipitó al vacío. La mala suerte hizo que cayera de cabeza y sufriera un fortísimo traumatismo en el cráneo, con pérdida de masa encefálica.

Eduardo Fulgencio había estado comiendo en casa de su abuelo, en la calle de las Poderosas (Barajas). A media tarde decidió salir a jugar con sus amigos, como solía hacer todas las tardes. Acababa de comprarse un helado en un quiosco cercano. Cogió prestada una bicicleta de un amigo y comenzó a bajar por la calle Empedrada. Esta vía, de unos 300 metros de largo, se caracteriza por terminar en una larga pendiente que desemboca en un aparcamiento situado frente a las naves de Iberia Cargo, en el aeropuerto de Barajas.

El pequeño comenzó a bajar y, cuando intentó parar la bici, los frenos le fallaron. Logró esquivar las barandillas que protegen unas escaleras que descienden hasta un aparcamiento. Pero entró en una zona de arena y, tras chocar la bici contra un bordillo de unos 15 centímetros de altura, salió catapultado contra el suelo del estacionamiento, cinco metros más abajo.

La fuerza del golpe hizo que se abriera la cabeza, con la posterior pérdida de masa encefálica. Su madre, que se encontraba junto con los amigos, salió corriendo al ver lo ocurrido y comenzó a pedir auxilio. Al lugar se desplazaron varias ambulancias del Samur-Protección Civil, cuyos facultativos estabilizaron al pequeño Eduardo y lo llevaron al hospital Niño Jesús. Los médicos alertaron con antelación al servicio de urgencias de este centro hospitalario, ya que el estado del chaval era crítico.Los facultativos intervinieron quirúrgicamente al niño, pero Eduardo murió a las tres de la madrugada de ayer, siete horas después del accidente.

Calle peligrosa

'Los médicos del Samur se portaron extraordinariamente. Hicieron todo lo que pudieron para salvar la vida de mi nieto, pero era imposible. El golpe que había recibido era muy fuerte', se lamentaba ayer el abuelo del chaval fallecido, Eduardo Fulgencio Valero. Un ramillete de flores colocado sobre la arena que cubrió la sangre del pequeño Eduardo recordaba la tragedia.

El abuelo del muchacho protestó además por la falta de seguridad de la calle: 'Yo he pasado toda la vida por esa calle y siempre he dicho que faltaba protección. No sé a quién le corresponde la responsabilidad de arreglarlo, pero seguro que ahora que ha muerto mi nieto toman alguna medida con carácter urgente', confió.

Otra vecina también se quejó de la pasividad de la autoridades para acabar con ese punto negro. 'Unos dicen que depende de la Junta Municipal de Barajas, mientras que otros le pasan la responsabilidad a AENA [Aeropuertos Españoles y Navegación Española] por ser el propietario del aparcamiento. En cualquier caso, ha muerto un niño que podría haberse salvado si alguien hubiese puesto una valla como Dios manda', protestó la vecina.

Este periódico intentó recabar, sin éxito, la versión del presidente de la Junta Municipal de Barajas, Tomás Serrano.

Eduardo tenía una hermana menor, Lara, de seis años. Estaba preparándose para hacer la comunión y se caracterizaba, según sus familiares, por ser 'muy cariñoso'. 'Esta criatura, que nunca ha dado ningún problema, se nos ha ido así, de repente. Es un palo muy fuerte del que tardaremos mucho en recuperarnos', se lamentó su abuelo. La familia Fulgencio siempre ha vivido en el pueblo de Barajas. El abuelo del niño trabajó en el aeropuerto, igual que ahora el padre.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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