Aventuras sonoras

La creación musical gana terreno en el mundo del disco clásico. Mientras el gran repertorio, explotado hasta la saciedad, vive horas bajas, atenazado por la crisis económica que padece la industria discográfica, las grabaciones de música contemporánea se multiplican a un ritmo vertiginoso. El desembarco en España del sello austriaco Kairos, consagrado a las nuevas músicas, la aparición de diversos monográficos dedicados a Luigi Nono, Gabriel Pierné, Francisco Escudero, Xavier Montsalvatge, Peter Lieberson y Kaija Saariaho y la primera grabación de la ópera del joven compositor estadounidense Jake Heggie Dead man walkin -basada en el libro de Helen Prejean que Tim Robbins llevó al cine en la oscarizada Pena de muerte, protagonizada por Susan Sarandon y Sean Penn- invita a los melómanos a descubrir las múltiples caras de la música del presente.

Escuchar música contemporánea es una aventura sonora llena de sorpresas. Los antiguos griegos empleaban el término kairos para describir el momento oportuno -la feliz correspondencia del aquí y el ahora- que se aparece en forma de destino y que exige ser utilizado de un modo decisivo. El creador del homónimo sello discográfico, Peter Oswald, director entre 1993 y 1999 del prestigioso Klangforum de Viena, pretende fijar en la memoria auditiva del oyente la fuerza expresiva de los músicos actuales, apostando por autores de estéticas desafiantes, que exploran nuevos modos de percibir el sonido.

Helmut Lachenmann y Wolfgang Rihm dominan, con cuatro grabaciones cada uno, un repertorio que apuesta por partituras inéditas de clásicos del siglo XX ya desaparecidos -Giacinto Scelsi, Luigi Nono y Morton Feldman- y difunde, muchas veces en primicia mundial, las obras de las nuevas generaciones de compositores europeos, estadounidenses y japoneses. Hans Zender, Peter Eötvös o Salvatore Sciarrino -uno de los lanzamientos más atractivos es su ópera inspirada en Gesualdo Luce mie traditrici, recientemente estrenada en España- destacan en un catálogo que cuenta con cerca de 30 discos, editados con un sofisticado diseño gráfico y cubiertas diseñadas por el pintor austriaco Jakob Gasteirger.

Una de las grandes bazas del catálogo Kairos, distribuido en España por Diverdi, es la calidad de los solistas, directores y conjuntos que protagonizan las grabaciones: el Cuarteto Arditti, el Ensemble Recherche, el conjunto Musikfabrik NRW y uno de los conjuntos especializados en música contemporánea más prestigiosos del mundo, el Klangforum de Viena, que en buena parte de los registros actúa bajo las órdenes de su principal director invitado desde 1997, el director francés Sylvain Cambreling (Amiens, 1948), fiel colaborador de Gérard Mortier, primero como director musical del Teatro de la Moneda de Bruselas y en los últimos diez años en el Festival de Salzburgo.

La continua apuesta por la

renovación del repertorio y la pasión por la ópera del siglo XX ha marcado la carrera artística de Cambreling, que realizó su debú operístico en España el pasado mes de marzo en el Liceo dirigiendo una obra maestra de Leos Janácek, Katia Kabanova, en la radical e inquietante puesta en escena del director suizo Christoph Marthaler estrenada en 1998 en Salzburgo. Acostumbrado a luchar contra las etiquetas musicales, Cambreling se declara especialista en toda la música que dirige. 'La música contemporánea no es una especialización, es una vocación y una necesidad como intérprete. Mi repertorio abarca desde Monteverdi hasta las óperas que se acaban de componer, así que no acepto limitaciones. No se puede vivir anclado en el pasado, hay que abrir las puertas a la música de nuestro tiempo', comenta.

Para el director francés, la

apuesta por la música actual que realizan Kairos y otros sellos especializados contribuye a la normalización de un repertorio que sigue luchando por recuperar el contacto con el público. Décadas de experimentación han dado paso a un paisaje musical nuevo en el que los recursos técnicos están al servicio de la expresividad.

Cambreling habla con pasión del misterio, la magia sonora y la expresividad de las nuevas partituras que lleva al disco en el sello Kairos. 'Hay música del pasado muy cerebral y obras modernas llenas de corazón y sensibilidad. Ser moderno es una actitud ante la música, no una simple etiqueta', comenta. 'Y eso también vale para el público, ya que hay muchos jóvenes que son más conservadores de lo que parece, y sólo quieren escuchar el repertorio más trillado, y muchos viejos melómanos aplauden las vanguardias y quieren explorar nuevos modos de percibir el sonido'.

Las posturas estéticas desafiantes, que abren nuevos espacios y experiencias para los oídos y las mentes despiertas, cobran especial relieve en las producciones discográficas del sello austriaco. Músicos como el suizo Beat Furrer -intérprete de algunos de los registros-, el austriaco Bernhard Lang, el japonés Toshio Hosokawa y la inglesa Rebecca Saunders nutren un ecléctico catálogo, que se incrementará en los próximos meses con dos compactos consagrados a la compositora austriaca Olga Neuwirth, cuartetos de cuerda por el Arditti y Clinamen Nodus, por Pierre Boulez al frente de la Orquesta Sinfónica de Londres.

El sello lanzará próximamente la primera grabación mundial de la ópera de Helmuth Lachenmann Das Mädchen mit den Schwefelhölzern (La pequeña cerillera), que se estrenará este verano en el Festival de Salzburgo bajo la batuta de Cambreling. Con este estreno mundial, el director francés cerrará una larga etapa de vinculación artística con el festival austriaco. 'Llevo once años actuando ininterrumpidamente en Salzburgo y quiero descansar, volver a tener vacaciones en verano. Además, llevo veinte años colaborando con Gérard Mortier y ahora que ha dejado Salzburgo espero seguir trabajando en su nueva etapa en París', señala Cambreling, que actuó hace poco más de un año en Madrid al frente del Klangforum de Viena.

Una original versión con acompañamiento del genial ciclo de lieder de Schubert Viaje de invierno, realizada por Hans Zender, con el tenor Christoph Prégardien, un volumen consagrado al joven compositor alemán Matthias Pintscher (Marl, 1971) y la monumental partitura de Morton Feldman For Samuel Beckett figuran entre los discos dirigidos por Cambreling en el sello austriaco, en el que destacan dos soberbios volúmenes dedicados a Scelsi y dirigidos por Zender, un disco con obras de Peter Eötvos dirigido por el compositor y una fantástica versión de La lontananza nostálgica utópica futura, de Luigi Nono, firmada por Salvatore Sciarrino y la violinista Melise Mellinger.