_
_
_
_

Paseo por el jardín de El Capricho, un paraje lleno de curiosidades

El Consistorio inaugura el horario de verano de este singular parque

Para los que este fin de semana busquen un paraje tranquilo y, a la vez, lleno de detalles curiosos, el jardín de El Capricho, en la Alameda de Osuna, es uno de los parques de la capital que más historias curiosas guarda entre sus rincones. Este jardín del siglo XVIII fue propiedad de los duques de Osuna, y el Ayuntamiento de Madrid lo compró en 1974. La duquesa quiso que El Capricho fuese el no va más de la época: instaló un embarcadero, un casino donde daba fiestas, un laberinto de arbustos e, incluso, pagó a un ermitaño para que, a cambio de que se dejase el pelo y las uñas largas, residiera en el parque.

El parque sigue conservando el espíritu romántico que quiso que tuviese la duquesa de Osuna, y el Ayuntamiento lo ha rehabilitado en esta línea. Los trabajos de conservación han recibido recientemente el premio europeo de medio ambiente Europa Nostra. 'La duquesa ideó un paraje lleno de juegos que tenían que ser descubiertos a lo largo del recorrido por el jardín', explica Isabel González, jefa de sección de Parques Históricos. Su peculiar dueña, la duquesa de Osuna, quiso que el parque fuese precisamente eso: un capricho. Para ello contrató a uno de los mejores arquitectos franceses de la época, Jean Baptiste Mulot, con la condición de que se dedicase a la construcción del jardín y no trabajase para nadie más.

El paseo por el parque dura una hora y media aproximadamente. El Ayuntamiento sólo lo tiene abierto para visitas los fines de semana y los festivos. Desde el pasado fin de semana y hasta el próximo mes de septiembre el horario, de verano, es de nueve de la mañana a nueve de la noche. Pero los visitantes tienen que tener en cuenta una cosa: el jardín no es un parque al uso. En él no se puede entrar con bicis, ni se puede jugar a la pelota ni pasear al perro o entrar con comida.

Con estas indicaciones, el paseante ya puede introducirse en los encantos de El Capricho, que tiene 22 hectáreas de extensión.

La ruta que hay que hacer por el jardín tiene varias paradas obligatorias. Por ejemplo, el abejero. En esta estancia, los duques de Osuna se dedicaban a tomar chocolate mientras observaban cómo trabajaban las abejas. Otro de los escenarios lúdicos que ideó la duquesa fue la ermita, un espacio donde se representaban obras de teatro y que tenía un ermitaño incluido. También hay una casa de cañas, con un alarde ornamental de estilo chinesco, o una ría donde se levanta el puente de hierro más antiguo de España.

Además, el jardín tiene un laberinto de arbustos que, cuando terminen de rehabilitarlo los técnicos municipales, se incorporará, como un capricho más, a las sorpresas que contiene este singular parque.

Jardín de El Capricho. Paseo de la Alameda de Osuna, s/n. Entrada gratuita. Sábados, domingos y festivos, de 9.00 a 21.00.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_