Los musulmanes de Premià acondicionan un solar para rezar al aire libre
Los musulmanes de Premià de Mar (Maresme) se proponen utilizar un solar en el centro de la población para rezar, aunque sea al aire libre. Hasta ahora, se reunían en un edificio municipal, pero el Ayuntamiento les ha retirado el permiso y quiere construir una mezquita en las afueras de la población, una opción que los musulmanes rechazan.
A última hora del pasado martes, el colectivo de musulmanes -todos ellos inmigrantes- devolvió al consistorio las llaves del edificio de la antigua escuela Voramar cumpliendo así el ultimátum del Ayuntamiento. El gobierno municipal les dio el viernes un plazo de 48 horas para dejar libres las instalaciones, que convertirá en una escuela de adultos.
Los musulmanes empezaron ayer a acondicionar el solar de su propiedad en la céntrica calle de Joan Prim que desean utilizar como lugar para rezar. Esta decisión ha provocado malestar en algunos vecinos. Las vallas que rodean el terreno están llenas de pintadas en contra de la construcción de la futura mezquita y algún vecino dejó anoche bolsas de basura en el lugar que a lo largo de la tarde se había limpiado.
La abogada del colectivo, Silvia Iniesta, explicó a Efe que a partir de ahora los musulmanes rezarán al aire libre y no se reunirán más con el Ayuntamiento porque 'las posiciones se encuentran completamente opuestas'. La abogada presentará un recurso contra el ultimátum que dio el consistorio para que devolvieran las llaves del edificio donde hasta ahora rezaban, lo cual a su juicio supone una 'expulsión'. Los musulmanes tienen la intención de colocar en el solar de su propiedad una pancarta en la que podrá leerse: 'Aquí se construirá una mezquita'.
Los inmigrantes rechazan la última propuesta del consistorio, que pasa por construir la mezquita en unos terrenos de las afueras de la población, en el barrio de can Banyeres, a pesar de que el colectivo dispone del solar de propiedad en el centro de la localidad. El Ayuntamiento pretendía que este colectivo aceptara el proyecto y al mismo tiempo la suspensión temporal de la licencia de obras referente a su solar. Al negarse, les dieron un plazo de 48 horas para abandonar el edificio municipal que utilizaban desde hace cuatro meses.
En noviembre, los musulmanes abandonaron un piso de la calle de Verge de Núria que utilizaban como centro de oración desde hacía 13 años al no reunir las condiciones necesarias para este fin y por las quejas expresadas por los vecinos ante la actividad del centro.
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