La Curia Arzobispal de Granada se reabre como museo sobre Alonso Cano tras el incendio que la asoló en 1982

La Curia Arzobispal de Granada, un edificio del siglo XVI que ardió por completo en las Navidades de 1982, será reabierta el próximo día 29 después de 20 años. El inmueble, situado justo en frente de la catedral de Granada, albergará un museo permanente dedicado a la figura del pintor, escultor y arquitecto granadino Alonso Cano.

La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Carmen Calvo, y el arzobispo de Granada, Antonio Cañizares, visitaron ayer la Curia recién restaurada por el arquitecto granadino Pedro Salmerón, quien decidió respetar todos los elementos que se salvaron del incendio e incluso muchas de las vigas de madera, que han recibido un tratamiento especial de rehabilitación.

Las obras, que han durado varios años y que han costado 2,5 millones de euros, han sido financiadas a partes iguales por la Junta de Andalucía y el Arzobispado de Granada. El edificio, ubicado junto al Palacio Arzobispal, que también se vio afectado por el incendio, y que será reabierto el próximo julio, tendrá un uso 'social, cultural y diocesano', según explicó Antonio Cañizares.

El día 29, el inmueble será reabierto para convertirse en el Museo Diocesano Alonso Cano, y albergará durante varios meses la exposición Arte e iconografía del artista granadino. Una vez concluida la muestra, los cuadros y esculturas de la exposición pasarán a las dos plantas superiores, en donde podrán ser contemplados de forma permanente. Las plantas inferiores albergarán exposiciones temporales. En la parte de los sótanos se abrirá un taller de restauración que también podrá ser visitado por el público.

Construida entre los años 1528 y 1540 por Diego de Siloé, la Curia, que por un lado da a la catedral y por el otro a la Plaza Bib-Rambla, ardió en un espectacular incendio que aún se recuerda en Granada la noche del 30 de diciembre de 1982, cuando el tendido eléctrico de una caseta de feria que estaba pegada al palacio originó un fuego que no pudo ser extinguido por los bomberos hasta el amanecer. Ardieron tanto la Curia como el Palacio Arzobispal, además de documentos y objetos de gran valor.

Dos años después del incendio, en 1984 el Ministerio de Cultura hizo una primera restauración para reponer las cubiertas. En 1988, la Consejería de Cultura inició una segunda intervención que duró siete años. La última fase de restauración, que ha concluido ahora, fue encargado al arquitecto Pedro Salmerón, autor también de la restauración de la puerta de la Capilla Real de Granada, en donde se encuentran los restos de los Reyes Católicos.

Tanto Carmen Calvo como Antonio Cañizares resaltaron ayer el espíritu de colaboración entre la Junta y el Arzobispado para acometer la rehabilitación de este edificio, que en sus inicios fue la primera sede de la Universidad de Granada.