De la Torre pide a Altadis que rebaje su pretensión de usos urbanísticos en la tabacalera de Málaga
La oposición rechaza la recalificación por las necesidades de equipamiento de la zona
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga, del PP, está dispuesto a permitir que los terrenos que ocupan la fábrica de tabacos, que cerrará este año, tengan uso comercial y residencial, pero en proporciones muy inferiores a las propuestas por la compañía Altadis. El alcalde, Francisco de la Torre, dijo ayer que sólo permitirá edificar unos 30.000 metros cuadrados, en su mayoría para un hotel, y no los 80.000 metros contemplados en el proyecto Ágora. La oposición ha exigido que no se recalifique un solo metro y que la fábrica aloje equipamientos sociales y culturales.
De la Torre reconoció ayer la existencia de negociaciones con la compañía Altadis, nacida de la fusión de las tabacaleras de Francia y España, pero dijo que el Ayuntamiento no va a ceder a las pretensiones de ésta y que mantiene su propósito de dar a uso 'institucional y cultural' a los edificios que albergan la fábrica, y que tienen el máximo grado de protección en el ordenamiento urbanístico de la ciudad.
La parcela, de 55.000 metros cuadrados, ha adquirido un gran valor por su ubicación junto al paseo marítimo de Poniente, en construcción, la zona de expansión más importante de la ciudad tras Teatinos. Altadis ha propuesto a la Gerencia Municipal de Urbanismo un complejo urbanístico bautizado como proyecto Ágora que contempla la rehabilitación de estos edificios para convertirlos en centro comercial y oficinas; mientras proyecta la nueva construcción de dos torres gemelas de 20 plantas -una de viviendas y otra para hotel- y otros dos edificios menores de seis plantas de uso residencial.
La contraoferta del Ayuntamiento rebaja a más de la mitad el aprovechamiento urbanístico que Altadis pretende obtener. El proyecto Ágora contempla 80.000 metros cuadrados, pero De la Torre dijo que sólo se admitirá unos 30.000, y con la condición de que 'al menos la mitad para hotel de cinco o cuatro estrellas'. Las negociaciones están lejos del cierre, y la compañía de tabacos debe ahora responder si está dispuesta a ceder al Ayuntamiento los edificios de la fábrica a cambio de la recalificación de la fachada de la parcela colindante con el paseo marítimo, en la que planeaba las dos torres gemelas.
De la Torre anunció que el Ayuntamiento trasladaría a Tabacalera algunas de sus dependencias como la gerencia de Urbanismo o el área de Medio Ambiente, pero en ningún caso la sede central.
La idea del alcalde ha encontrado rechazo entre la oposición política y los sindicatos de la ciudad. Especialmente duro fue el portavoz de Izquierda Unida (IU), Rafael Rodríguez, quien consideró 'absolutamente inaceptable primar a quien deja en la estacada a la ciudad'. Rodríguez recordó que Altadis decidió hace dos años el cierre de la fábrica, pese a que era rentable, y poner en la calle a unos 300 trabajadores entre puestos directos e indirectos, y dijo que la ciudad no debe permitir que la compañía obtenga el más mínimo beneficio de algo que causó un importante daño a la ciudad.
También el portavoz del PSOE, Francisco Oliva, abundó en esta cuestión: 'En esta parcela Altadis no tiene ningunos derechos adquiridos, es zona industrial, y si cerraron es suya la responsabilidad, ahora no pueden pedir una recalificación para ganar dinero'.
Oliva explicó que en este asunto se enfrentan dos concepciones antagónicas del urbanismo, la puramente privada, que aspira a obtener el máximo beneficio posible, y los intereses generales de la ciudad, 'y a ésta no le viene bien que en una zona tan masificada y con importante déficit de equipamientos se construyan más viviendas', dijo.
IU arremetió contra la política urbanística del PP y dijo que el caso de Altadis puede ser un mal ejemplo 'para todo aquel que tenga una industria productiva en Málaga pero que le sea menos rentable que una gran operación inmobiliaria especulativa'. '¿Dónde conduce la voracidad especulativa de una política que tiene el cemento como único valor, que arrastra y hace desaparecer centros productivos?', se preguntó el edil.
IU recordó además que el proyecto presentado por Altadis contraviene un acuerdo que consensuaron las fuerzas políticas y las asociaciones vecinales sobre los límites a la construcción en el litoral occidental de la ciudad.
El presidente del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España, Carlos Hernández Pezzi, apostó porque el Ayuntamiento expropie los terrenos y los destine a equipamiento social y cultural. 'Habrá que respetar los aprovechamientos que legalmente corresponden a la propiedad, pero lo que plantea Altadis es una auténtica barbaridad', apostilló.
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