_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Testimonio

Conocí a Pere Maruny en La Realidad, mientras yo esperaba el encuentro con el subcomandante Marcos y él trabajaba con otros cooperantes en un campamento de la comunidad indígena. Aquellos jóvenes voluntarios servían de desarmado cordón disuasorio de un posible exterminio de los neozapatistas. Pere, joven impresor de La Bisbal, trabaja lo suficiente para poder viajar por la geografía que enfrenta a globalizadores y globalizados, y ahora ha enviado desde Palestina el testimonio del vía crucis de tratar de llegar a Ramala y hablar con Arafat, te llames Pere Maruny o Javier Solana, José María Aznar o Josep Piqué. Sharon controla la puerta y sólo garantiza el paso a los socios de Washington cuando van a Palestina, recuentan los muertos y fruncen el ceño.

Describe el improvisado cronista la trastienda de solidaridades, rabias, esperanzas, muertos, heridos, fosas comunes, que queda más allá de la ocupación israelí, como un paisaje de fondo, indestructible físicamente e indestructible en la memoria colectiva de los palestinos. Acumulan odio para los próximos 50 años, y los israelíes vivirán con el misil, es un decir, debajo de la almohada o pasearán como sonámbulos ante el Muro de las Lamentaciones por las décadas de las décadas. Desde el centro de una plaza cercada por las tropas israelíes y por los judíos ultraortodoxos, el impresor de La Bisbal sentencia: 'Éste no es sino el mayor escenario de la guerra global; la minoría rica superarmada contra la minoría pobre, solamente rica en miseria y esperanza'. Pere recorre campamentos de refugiados parecidos a todas las villas miseria de este mundo y donde habita el recuerdo de sus mártires, los kamikazes que mueren matando. Campamentos a tiro de los misiles de Sharon porque los considera nidos de la serpiente terrorista y desea sepultarlos en la fosa común del tiempo.

Recuerdo aquellos tiempos en que éramos solidarios de los judíos supervivientes del holocausto, y todavía hoy nos manifestaríamos contra cualquier pogromo antisemita. Por eso hay que denunciar los pogromos de Sharon contra los palestinos. Hay que estar contra los pogromos, los avale el dios que sea desde esa crueldad con la que los dioses tratan de disimular sus fracasos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_