Calidad de enseñanza y esfuerzo personal

Últimamente oímos hablar mucho de la Ley de Calidad en la Enseñanza y de aquello de recuperar la cultura del esfuerzo personal. Al hilo del tema me hacía mi hijo las siguientes reflexiones:

¿Cómo quieres que me crea que si me esfuerzo más en mis estudios, conseguiré más en la vida, viviré mejor y más satisfecho, si tú has estudiado una carrera, has aprobado hace muchos años unas oposiciones muy difíciles para la Consejería de Sanidad, te esfuerzas cada día en tu trabajo, estudias, haces publicaciones, etc. Y todo para qué? Para que ahora la Consejería de Sanidad te premie manteniéndote durante años en una plaza a muchos kilómetros de casa y sin apenas posibilidades para acercarte y estar con nosotros, tu familia. Y para colmo, ahora saca esa OPE extraordinaria sin hacerte un concurso de traslados previo, esa OPE que dices no entender por qué realizan en la Comunidad Valenciana si ya tenía las competencias transferidas. Te pasas el día quejándote de que has estado toda tu vida esforzándote para vivir mejor y que ahora la Consejería de Sanidad va a asignar las plazas con una entrevista subjetiva que hará el jefe del área. ¿Sabes?, si yo fuera jefe se las daría a mis amigos, ¿por qué no te haces amigo de alguno de esos jefes que van a entrevistarte? Además, ¿sabes lo que creo?, que tus compañeros interinos lo estarán pasando tan mal como tú desde que se enteraron de que eso de la memoria y el currículo es como cuando hacemos las obras de teatro en el colegio y que realmente sólo va a entrar el que le caiga bien al jefe y le de muchos puntos en la entrevista, como cuando mi profe, que es muy enrollado, me pone un positivo porque le gusta cómo me porto. ¡Vaya!, que dará lo mismo si eres fijo o interino. Así que ¿de verdad crees que si estudio para pasar de curso y saco la reválida será lo mismo que caer bien? A los mayores no hay quien les entienda. Lo que me conviene es hacerme el simpático con los profes y después a hacerme el simpático con los jefes. Viviré mejor. Mi hijo me dejó sin argumentos para rebatirle.