Haz el amor, no la guerra
El pasado día 31 Joseba Agirre nos achacó en esta sección al Gobierno vasco y a CC OO ni más ni menos que la responsabilidad del decrecimiento demográfico vasco por haber firmado un acuerdo 'clandestinamente'. Vaya por delante que tanto su contenido como su gestación o su firma han sido totalmente públicos. El acuerdo incrementa el salario respecto al IPC del pasado año para los más de 65.000 empleados públicos vascos. Y también es un referente para aquellos que trabajan en los servicios externalizados por el Gobierno, porque hemos conseguido comprometernos en la mejora de condiciones profesionales de estos trabajadores subcontratados y en muchas ocasiones poco protegidos. Y es precisamente la estabilidad en el empleo el primer requisito para poner en marcha un proyecto familiar. Decir que los trabajadores públicos vascos no tienen familia porque no tienen retribuciones suficientes no es más que un chiste de mal gusto de quien sabe poco.
Desgrana Agirre otras quejas como haberse 'desechado la posibilidad de combatir el deterioro de las pensiones'. Pero es que las pensiones públicas no se han deteriorado, gracias a otro acuerdo alcanzado por CC OO, en este caso para el conjunto del Estado. Muy en su línea de aprovechar que el Bidasoa está en Europa para endosar responsabilidades, Agirre recomienda a la vicelehendakari que 'si quiere atajar el problema demográfico, habrá que hacer más que poner una vela a San Antonio para buscar pareja y tener familia'. Sería más útil a la vicelehendakari, a Agirre y a todos nosotros, seguir aquella consigna tan revolucionaria y sencilla de hacer el amor y no la guerra.
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