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Nacionalistas y PSE pactan construir la gran variante de peaje a Bilbao en un plazo de seis años

El acuerdo incluye cinco proyectos viarios con una inversión de 510 millones de euros

PNV, EA y PSE presentaron ayer su acuerdo viario en los accesos a Bilbao, que contempla para 2008 una gran variante de 14 kilómetros y cuatro viales, con una inversión total de 510 millones de euros. El pacto entre nacionalistas y socialistas confirma el mantenimiento del pago por el uso de la A-8 (Bilbao-Behobia), aunque el precio se queda en cinco céntimos de euro por kilómetro (8 ó 9 pesetas) frente a los 12 céntimos actuales (más de 20 pesetas). Una sociedad pública gestionará la A-8 desde junio de 2003, en que expira la concesión, y la ejecución de las cinco obras.

El acuerdo, presentado por Iñigo Iturrate (PNV), Eugenio Iriondo (EA) y Josu Montalbán (PSE), es fruto de los trabajos realizados durante los últimos cinco meses en una comisión especial de las Juntas Generales de Vizcaya. El denominado Plan Especial de Accesibilidad Bizkaia 2003 gira en torno a la gran variante paralela a la A-8 -que discurriría entre Arrigorriaga y Trapagaran-, que absorberá más de 270 millones de euros. El resto de la inversión, hasta 510 millones, se destinará a cuatro proyectos viarios ya contemplados por la Diputación pero que ven adelantados sus plazos: un tramo del eje del Ballonti, la futura autovía de la Margen Izquierda, con la que se pretende evitar el paso por la A-8; la conexión del corredor del Txorierri -la autovía que cerrará por el Este una gran circunvalación en torno a Bilbao y que está en obras- con la A-8; la variante de Alonsotegi, uno de los tramos del corredor del Cadagua, y la autovía de conexión de la A-8 con la otra autopista vasca, la A-68.

El documento suscrito confirma que la A-8, cuya concesión privada termina en junio del próximo año, continuará con su sistema de peaje. Los tres partidos han acordado establecer un canon de uso con el fin de evitar 'su colapso' con un paso gratuito. 'Se produciría un desequilibrio de los flujos que provocaría una infrautilización de la carretera [N-634], ya que el tráfico se desplazaría hacia la autopista', señaló Iturrate.

Este canon, que se baraja establecer sobre cinco céntimos de euro por kilómetro, también se implantaría en la nueva gran variante, aunque en este caso el precio subiría a ocho céntimos de euro (14 pesetas) por kilómetro, 'porque es una obra muy complicada, con viaducto y túnel', explicó el peneuvista Iñigo Iturrate. Estas dos tarifas servirán para costear la variante nueva y los otros cuatro proyectos viarios, que serán gestionados por una nueva sociedad pública foral. 'Nos gustaría que para mayo se crease esta sociedad, porque si no difícilmente llegaríamos a junio de 2003, cuando termina la concesión, y antes se tiene que sacar a concurso la explotación y el mantenimiento de la A-8', expuso Iturrate.

Poca inversión pública

El plan de accesibilidad sólo contempla una inversión a cargos de los presupuestos forales de 42,1 millones de euros en los próximos siete años, a lo que se añadirían otros 33,1 millones de euros como garantía de avales para la sociedad pública.

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Los tres partidos se comprometen a suscribir un acuerdo de colaboración con Guipúzcoa, territorio que acoge las tres cuartas partes del recorrido de la A-8, con el fin de unificar el canon en todo el trayecto. Las Juntas Generales guipuzcoanas están todavía debatiendo el modelo de explotación de la autopista pero, como en Vizcaya, hay consenso entre nacionalistas y socialistas para establecer el canon de uso.

La construcción de la gran variante entre Arrigorriaga y Trapagaran contempla, según el acuerdo, la transformación de la A-8 a su paso por Bilbao (la denominada Solución Sur) 'en una nueva avenida interurbana donde se primen los transportes alternativos al vehículo privado, especialmente el transporte público mediante la habilitación de carriles de uso preferente y medidas de calmado del tráfico'.

El acuerdo entre los tres partidos incluye un compromiso para 'adelantar los plazos previstos' para la ejecución de la carretera de peaje bajo la ría en Leioa, una petición defendida por los socialistas. Este proyecto, también con peaje, cuyo coste se calcula entre 120 y 150 millones de euros y que unirá la A.8 con la rotonda de Artaza, no tiene ahora ninguna fecha de inicio de obras.

Además se establece el impulso de gestiones para la ampliación del acceso ferroviario de mercancías del túnel del Serantes, que no empezará a construirse antes de año y medio, con otro proyecto: la Variante Sur ferroviaria, que evitaría el paso por núcleos urbanos. El portavoz del PSE, Josu Montalbán, opinó que este acuerdo permite abordar infraestructuras 'de gran calado', soluciona problemas de tráfico y logra un 'consenso que es importante para racionalizar la vida política y social en el País Vasco'.

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