Ricardo Darín dice que la falta de recursos 'puede estimular la creatividad'

Las situaciones adversas pueden servir como acicate. Eso es al menos lo que opina Ricardo Darín, el actor argentino más de moda en España por sus papeles protagonistas en El hijo de la novia y Nueve reinas. Darín recoge hoy en Barcelona el Premio Sant Jordi por su trabajo en ambas películas. En su opinión, la abundancia de talento interpretativo en su país podría estar relacionada con 'la falta de recursos', que, según cree, 'puede estimular la creatividad'.

Darín ha podido calibrar por sí mismo las dimensiones de su popularidad en España. En los escasos días pasados en Barcelona ha recibido numerosas felicitaciones por su trabajo. 'Estoy gratamente sorprendido, es como el sueño del chico', reconoce. Y eso que no imaginó a priori el excelente camino desarrollado por ambas cintas, cuyo mérito, según valora, estriba en ser 'dos guiones bien escritos, sin más pretensiones que las de contar una buena historia, y que forman parte de una renovación en la temática de la cinematografía argentina'. Así, considera que hasta hace no mucho el peso de la historia reciente del país se ha traducido en películas 'con pretensión genérica y comunitaria'.

Afable en el trato y con una sencillez que no parece impostada, asegura tomar el éxito 'con calma y naturalidad'. La misma de que hace gala el realizador Juan José Campanella, director de El hijo de la novia, que ha viajado también hasta Barcelona, donde recibirá, a su vez, dos premios Sant Jordi: el concedido por el jurado a la mejor película extranjera y la Rosa de Sant Jordi, por votación de los oyentes de Radio Nacional de España.

La cinta es en cierto modo premonitoria de la gran crisis desatada recientemente en Argentina. Pero Campanella quita mérito a cualquier capacidad visionaria: 'Es muy fácil hacer premonición en Argentina y decir que las cosas van a ir peor. Casi siempre aciertas', afirma. Y se pregunta: '¿Cuándo no hubo crisis?'. La clase media venida a menos, 'los nuevos pobres', como él dice, será la protagonista del nuevo proyecto del director.

Campanella y Darín pasearon su sueño por Hollywood en la última ceremonia de entrega de los Oscar, a la que acudieron como seleccionados en la categoría de mejor película extranjera. El actor recuerda con humor que se comportaron 'como provincianos' al perderse a la entrada del teatro donde se entregaban los premios -el actor Jon Voight dejó a Darín con un palmo de narices al ignorarle cuando éste trató de darle la mano. 'Lo primero que hice al llegar a casa fue tirar todos sus vídeos', afirma-. Les decepcionó emocionalmente, les pareció 'técnicamente apabullante', pero se llevaron la satisfacción de las buenas críticas. Aunque, como señala Campanella, antes de la entrega de estatuillas ya sabían que el premio sería para En tierra de nadie.

Darín nunca ha trabajado fuera de Argentina y ahora, cuando desde España le llueven los proyectos, no tiene claro si llegará a hacerlo. En primer lugar, por su situación familiar, con hijos en edad escolar, y por sus compromisos teatrales. Desde hace cinco años, ininterrumpidamente, protagoniza la obra Arte, y todos sus trabajos cinematográficos deben encajarse con las representaciones del espectáculo.

Lo que sí tiene claro es que sus papeles en la gran pantalla no le alejarán de los escenarios. Aunque ya tiene entre manos un nuevo proyecto cinematográfico, con el director Marcelo Piñeiro. Un realizador con quien no ha trabajado antes y, en consecuencia, le produce 'vértigo, es toda una zona de oscuridad por descubrir'. Darín cree que el cine es un continuo aprendizaje y, por tanto, no tiene reparos en declarar: 'Estoy aprendiendo a hacer cine'. El éxito de El hijo de la novia propiciará el estreno en España de una colaboración anterior entre Darín y Campanella, El mismo amor, la misma lluvia.

Darín ha sido considerado el mejor actor extranjero en la 46ª edición de los Premios Sant Jordi de Cinematografía, instituidos por Radio Nacional de España en Cataluña. En esta edición, el premio a la mejor película ha sido para En construcción, de José Luis Guerin. Los mejores actor y actriz españoles son, según los críticos, Eduard Fernández y Paz Vega. Audrey Tautou, protagonista de Amélie, ha recibido el premio a la mejor actriz extranjera e Intacto, de Juan Carlos Fresnadillo, el de mejor ópera prima.