Los municipios costeros cuestionan la velocidad del Euromed en zonas urbanas
Los trabajos de una vía exterior a las poblaciones carecen de fecha
El accidente ferroviario del pasado 30 de marzo en Torredembarra ha servido para que los municipios de la costa sur catalana cuestionen con contundencia el paso de un tren rápido a pocos metros de las viviendas. Reconocen que cuando se construyeron las casas la vía ya estaba allí, pero era una vía distinta, acondicionada para velocidades diferentes. La solución no es fácil, pero las cosas, dicen sus alcaldes, tienen que cambiar.
No lo pide sólo Torredembarra, que la semana pasada aprobó una moción en la que se exigía aminorar la velocidad del Euromed a su paso por la población a raíz del accidente entre un Euromed y un Catalunya Express que el 30 de marzo ocasionó la muerte de 2 personas y heridas a 142 más. La lista de municipios del litoral, y no sólo de Tarragona, sino también de Barcelona, es extensa. Cambrils y El Vendrell ya han mostrado su preocupación por la situación de inseguridad que supone para los vecinos el paso de un tren a más de 150 kilómetros por hora y el hecho de que éste comparta las mismas vías que soportan el paso de trenes regionales, de cercanías o de mercancías.
El mismo alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, mostró su preocupación por la densidad del tráfico que se acumula en la línea de costa entre Tarragona y Barcelona. La capital de la provincia genera en esta línea un millón de desplazamientos a la semana. La segunda ciudad, Reus, origina más de 350.000 y Torredembarra, donde se sitúa la tercera estación con más usuarios de la provincia, produce más de 260.000 viajes.
El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, lo dejó claro días después del accidente de Torredembarra, cuyas causas todavía se investigan: los trenes Euromed discurrirán por la línea de alta velocidad que se construya para el AVE Madrid-Barcelona por el interior. El problema, según recordó el alcalde de Torredembarra, Miguel Ángel Lecha, es qué hacer hasta que esto sea posible (no hay fecha decidida). El alcalde exige que los Euromed aminoren mientras tanto su velocidad al pasar por los núcleos urbanos.
El pasado viernes, Lecha explicó que esperará a ver el informe de Renfe sobre el accidente para convocar a los municipios afectados por el paso de trenes a alta velocidad, 'que no se limitan sólo a los de Tarragona'. El pleno municipal de Cambrils aprobó una moción en este sentido a su vez. Pese a que los municipios del tramo situado entre Tarragona y Hospitalet de l'Infant tienen garantizado que los trenes pasarán por el exterior de sus poblaciones con la construcción del corredor del Mediterráneo y el desmantelamiento de la línea actual, esta posibilidad no será factible hasta dentro de unos años. Los situados al norte de Tarragona lo tienen más complicado porque, según recuerda la diputada socialista al Congreso Carme Miralles, la conexión del corredor del Mediterráneo con la línea del AVE no tiene un calendario fijado, por lo que la segregación de las líneas para los trenes de alta velocidad es todavía una incógnita.
Miralles recuerda que en el tramo Tarragona-Barcelona, 'una de las vías con uno de los índices de utilización más altos de España', además de trenes con diferentes velocidades circulan asimismo convoyes de mercancías, muchos de ellos con sustancias altamente peligrosas procedentes o dirigidos a los complejos químicos de la zona.
El accidente de Torredembarra, por el que todavía se encuentran hospitalizadas 16 personas, una de ellas muy grave, ha planteado la necesidad de aumentar las medidas de seguridad y protección del entorno de las vías.
El PSC, que exige una auditoría externa sobre la seguridad en la estación de la población del Tarragonès, formulará una pregunta escrita al Gobierno -a través de Carme Miralles y del senador Ramón Aleu- sobre la distancia a la que se encuentran, en las vías compartidas por trenes de alta velocidad, regionales y de mercancías, la baliza de freno automático de los convoyes. En caso de emergencia o de que los trenes sobrepasen señales prohibidas, estas balizas deberían garantizar el frenado para no invadir las vías por las que circulan otros trenes, como ocurrió en el accidente de Torredembarra.
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